En el marco del conflicto suscitado en torno al histórico barco “Ciudad de Rosario”, cuyos titulares han manifestado que no pueden garantizar su puesta en funcionamiento en los próximos meses, el concejal radical del Frente Progresista Martín Rosúa –titular de la Comisión de Producción- adelantó una serie de determinaciones que buscan reorganizar no solamente la situación de ésta embarcación sino la problemática general para barcos con pasajeros en Rosario.

En ese sentido, adelantó que se realizarán gestiones ante la Prefectura Naval Argentina a fin de conocer con exactitud cuáles son los muelles habilitados oficialmente en Rosario para carga y descarga de pasajeros. Y, además, que indique cuáles son los requisitos para la eventual habilitación de nuevos espacios, ante la “clara necesidad de situar nuevos amarraderos”, según expresó Rosúa.

A su vez, en consenso con la Comisión de Producción del cuerpo legislativo de la ciudad, se solicitará un dictamen a Vías Navegables de la Nación en relación al lugar que actualmente ocupa el mencionado Barco en las islas frente a Rosario, dado que el Concejo no tiene potestad para tomar decisiones en esta materia.

“Estamos preocupados notoriamente por la situación de éste Barco, que es un emblema de la ciudad en materia turística y cultural. Advertimos que esta necesidad se enmarca en una serie de irregularidades en las normativas y que debemos aportar una mirada integral para poder resolverlas”, agregó el edil radical.

“A la hora de identificar los inconvenientes, nos encontramos con dos cuestiones totalmente diferentes. Por un lado, el sitio de amarre del barco, que es el que hoy lleva a sus dueños a poner en duda su continuidad y por el otro el ascenso y descenso de pasajeros que no está regulado en la ciudad y que afecta a muchas embarcaciones y miles de ciudadanos», explicó.

Vale recordar que los dueños del barco «Ciudad de Rosario» manifestaron ante el Concejo que los costos que poseen para el amarre en las islas son realmente altos, en cuanto a mantenimiento, traslado del personal y daños que se generan en la embarcación, por lo cual solicitaron un permiso para poder aparcar en la costa de la ciudad.

En cuanto al ascenso y descenso de pasajeros, luego del análisis pertinente, Martín Rosúa y la Comisión que preside arribaron a la conclusión de que el sector solicitado por los titulares del Barco se encuentra dentro de los límites pertenecientes a la concesión otorgada a “La Fluvial”, por lo que se trabaja intensamente en nuevas normativas.

“Las gestiones pertinentes apuntan no solamente a trabajar ésta situación puntual, que nos preocupa sobremanera, sino todas aquellas que puedan presentarse ante la falta de una regulación clara. Hay buena predisposición de todas las partes y creemos que en el corto plazo se podrá arribar a un acuerdo común y satisfactorio”, concluyó Rosúa.