El concejal Sebastián Chale (UCR) presentó un proyecto para ponerle un freno a los abusos en la parada de taxis de la Terminal de Ómnibus: «Las paradas deben ser públicas y libres. Sin embargo, históricamente en la Terminal, un grupo de personas impone pautas de funcionamiento que vulneran el derecho de trabajo. Proponemos una intervención concreta y consecuente para abordar esta problemática: la instalación de un puesto fijo de fiscalización en funcionamiento las 24 horas que tenga como objetivo garantizar el libre acceso de los taxis a la Terminal «, detalló.

«Diariamente se generan en la Estación cerca de 5 mil viajes y son sólo 60 los propietarios de taxis que forman parte de la cooperativa que opera con exclusividad en el lugar, infringiendo la normativa y adjudicándose la propiedad de las paradas. Esto es inadmisible. No es legal su funcionamiento y genera un monopolio que perjudica a miles de trabajadores», explicó Chale y agregó: «Proponemos al Ejecutivo herramientas para que efectivice controles, intensificando las tareas de fiscalización en la Estación y aplicando las sanciones correspondientes”.

«Teniendo en cuenta que es un punto con demanda cautiva y con gran afluencia de turistas, debemos procurar un buen servicio que garantice rápida respuesta, para que los pasajeros no deban estar esperando mucho tiempo por un taxi. Asimismo, queremos pensar soluciones a futuro en puntos que pueden tornarse igualmente conflictivos, como la estación de trenes (ex Apeadero Sur). Nuestra idea es generar allí otro puesto de fiscalización, previendo que pueda originarse una problemática similar», señaló el autor de la iniciativa.

Chale también se refirió a las agresiones que se registran como resultado de la presunta exclusividad: «son muchos los taxistas que reclaman lo que corresponde: que las paradas sean libres, que puedan recoger pasajeros por orden de llegada. Sin embargo, en varias esquinas del microcentro y en la Terminal de Ómnibus, esto no sucede. La supuesta propiedad de ciertas paradas es un secreto a voces que no debemos dejar pasar. Y no son pocos los casos en los que los episodios tienen desenlaces violentos, tanto para los taxistas como para los pasajeros. Los conflictos y amenazas son constantes. De hecho, en 2013, una pelea entre colegas en la Terminal terminó con uno de ellos baleado luego de querer ocupar un lugar en la dársena y no pertenecer a la cooperativa. Y las mayores víctimas de esta situación son los pasajeros. Es común ver largas filas de gente cargada de bolsos que ve como los taxis libres siguen de largo. ¿Por qué no se detienen? Porque no son parte de la cooperativa y no quieren tener problemas. Mientras tanto, los pasajeros son rehenes de esta situación. Estos hechos son insostenibles y la intervención para que no sucedan más, es urgente».

«Es fundamental que se preserve el derecho de los usuarios a acceder a un servicio público con facilidad y rapidez; y de todos los taxistas rosarinos a trabajar libremente, haciendo cumplir la normativa mediante controles constantes y sanciones ejemplificadoras», concluyó.