Bienvenidos a La Comarca: el discreto encanto del medioevo
Este domingo se llevó a cabo, en Villa Hortensia, el 3º Encuentro de Arte Medieval, organizado por la municipalidad de Rosario, y que reúne distintas expresiones del arte y la historia de la época.
- Ciudad
- Sep 28, 2015
por Florencia vizzi
Un juego de ajedrez gigante, hombres con polleras, cotas de malla de acero, armaduras, espadas, hachas y
escudos, caballeros andantes y doncellas vaporosas, niñas que preparan pociones y pequeños construyendo espadas, fueron parte del paisaje rosarino, como arrancados de una grieta en el tiempo y traídos, por arte de magia, a la típica casona de Villa Hortensia, que hizo las veces de palacio y mazmorra, erigiéndose en el centro de La Comarca, floreciente villa medieval en plena calle Rouillón
La fascinación por el medioevo ha puesto en marcha, desde hace varios años, en distintas partes del mundo, movimientos recreacionistas que, minuciosamente, dan vida a esa época tan rica estética y mitológicamente.
Esa fascinación es la que reunió en la tarde de ayer a cerca de 10.000 rosarinos, según los cálculos de sus organizadores, la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, que disfrutaron de la fantasía montada en la pintoresca casa que hospeda al Centro Municipal de Distrito Norte de Rosario, y sus alrededores.
La plaza Albredí albergó alrededor de 100 artesanos y artistas plásticos, de la ciudad y de distintos puntos del país, que participaron de la propuesta exhibiendo sus trabajos, vestidos, cada uno de ellos, al máximo detalle, como lo exigía la ocasión.
Un desfile de armaduras, cuero, vestidos con corsette, muñequeras, y objetos de todo tamaño y color contribuyeron al asombro genuino de los visitantes que disfrutaron en familia de La Comarca, que este año centró su relato y las diversas representaciones que se llevaron adelante junto al escenario principal, sobre calle Warnes, en El poder de la magia y la tradicional batalla entre el bien y el mal, que fue narrada a partir de la música y el teatro, y de la que participaron felices padres e hijos que se acercaron a pasar una tarde fuera de lo común, en la cual se entremezclaron la historia, las tradiciones y el juego.
Mónica Ferrero, una de las organizadoras del evento, dialogó con Conclusión sobre la idea que dio origen a un encuentro que ya es tradición en la ciudad: “la verdad es que esta idea surge trabajando con un grupo de artesanos, con quienes queríamos organizar una feria, y fuimos sumándoles números artísticos y juegos y talleres, y poco a poco fue saliendo esto, que ya es el 3º que organizamos. Con los años fuimos agregando cosas, a fines de organizar un evento para toda la familia. La feria aglutina a 70 artesanos con objetos medievales, además tenemos clases de esgrima, demostraciones de lucha, taller de construcción de juguetes para los más pequeños que pueden hacerse desde espaditas y pócimas mágicas hasta escudos y coronas. También hay maquillaje artístico y muestra de arte y armas características e invitamos bandas que interpretan música de la época en el escenario principal, danzas tribales, y también participa un circo medieval”, relató Ferrero, y agregó, “son muchos años de trabajar en este proyecto que, por suerte la gente lo ha tomado como propio, y se ha convertido en multitudinario, hoy estamos cerca de las 10.000 personas que participaron del evento.”
En cuanto al por qué de la temática, arte y cultura medieval, la funcionaria expresó que “era algo que faltaba poner en valores dentro de la ciudad, algo que no se veía en Rosario, fue una época muy colorida y rica, y nos permitió pensar en un cuento, una historia a la que se podía dar vida. Y nos encontramos con un grupo interesante de gente, recreacionistas y artistas que se especializan en el tema y nos interesó trabajar en conjunto y darle vida, remontarnos a esa época y darle vida y color, aprovechando la arquitectura de Villa Hortensia que se presta para esta puesta en escena”.
Al son de las gaitas que hicieron las delicias del público en el escenario ubicado frente a la casona, la gente se apropió del parque y la casa. Dentro de la misma, se desplegó una interesante muestra de editoriales, dibujantes y escultores, entre la que se destacó la excepcional exposición de dibujos de Fernando Molinari, ilustrador, artista plástico y docente, quien también brindó una charla titulada “Mi Arte”, y en distintos horarios narración oral y música para niños, quienes fueron, probablemente, quienes más disfrutaron del evento, cientos de pequeñas princesas y caballeros, que construyeron sus propias espadas y escudos, aprendieron a usarlos y crearon pociones mágicas con todo tipo de esencias.
Las armas ocuparon un lugar muy destacado en la feria. Diversos stands en los que no sólo se exponían las mismas, sino que además quienes las construyen, hererros y artesanos, narraron sus historias, usos y vericuetos, explicaron detalles de su construcción y de los periodos en que cada una fue utilizada. Muchos de sus creadores suelen participar de grupos que se reúnen para compartir actividades y expresiones culturales de distintas etapas de la Edad Media.
“Siempre me dicen que nací en el siglo equivocado”, contó, con una media sonrisa, Hernán Loiudice integrante de Wald- Krieger, un grupo recreacionista , que tiene unos tres años de vida. “Nosotros representamos el Sacro Imperio Romano Germánico después de 1250, después de Carlo Magno, hasta el 1400 aproximadamente, cuando ya estaban los vikingos y teutones. Hacemos ese período de cerca de 200 años. El grupo cuenta con práctica de esgrima antigua, artesanía, música… Básicamente, con el grupo podés representar todo lo que se hacía en esa época. Hay grupos, por ejemplo en Buenos Aires que son más viejos que nosotros, de los que participan también historiadores, arqueólogos, profesionales especialistas en el tema, que organizan una feria, y durante ese tiempo, viven exactamente así, como si estuvieran en esa época. Nosotros vamos a participar el fin de semana que viene, vamos a ir a uno de estos eventos a aprender, a que nos enseñen con más exactitud como recreacionar y cuan herrados estamos en lo que estamos haciendo”.
En cuanto al objetivo de conformar y participar en un grupo de este tipo, Hernán expresó que el objetivo es individual y depende delos intereses de cada uno, por ejemplo, “un herrero tiene el interés de recrear las armas de la época, otros las comidas, o la vida cotidiana. En mi caso es todo, amo todo lo que tiene que ver con la edad media. En cuanto a las estrategias de lucha y pelea, nos organizamos como hacían los teutones, que tenían un capitán o gran maestre y luego la estructura se organiza en pirámide. Nuestro capitán es el que empezó la movida aquí en Rosario, y estudiamos las tácticas, las armas y los estilos. Hay grupos que compiten también, no sólo son recreacionistas”.
Loiudice contó que dentro del grupo él es peleador y aprendiz de herrero, y espera que, a medida que se vayan organizando y creciendo, puedan encargarse de organizar actividades recreacionistas en la ciudad.
Mientras volvía a su stand y sus armas, una doncella, rubia, pálida, de tez muy blanca se paseaba sonriente envuelta en blanco vestido. Algunos caballeros se volvieron a mirarla y murmuraron palabras inaudibles… luego, todos corrieron hacia el escenario, el circo medieval comenzaba el cierre del evento. Hasta el próximo septiembre, cuando vuelvan a encontrarse y fundirse el medioevo y la posmodernidad.