Personas armadas volvieron a atentar contra la zona de la parroquia Santa Rita, ubicada en barrio Ludueña, este viernes. El episodio se dio a menos de 24 horas del primer ataque y el blanco fue el kiosco que se encuentra al lado de la capilla.

Este jueves último, sujetos a bordo de un automóvil Peugeot 206 pasaron y abrieron fuego sobre la capilla que se encuentra en la cortada Puelche al 150, entre Casilda y Humberto Primo. En ese lugar también funciona un comedor.

>>Te puede interesar: Balearon una capilla y comedor en el barrio Ludueña

Al lado de la parroquia hay una granja que, este viernes, también recibió impactos de bala y, como consecuencia de ello, una mujer resultó herida de dos balazos.

Este segundo ataque ocurrió cerca del mediodía, cuando dos personas a bordo de una moto llegaron al lugar, uno de ellos se bajó, se hizo pasar por comprador y comenzó a disparar.

La víctima es la dueña del almacén y fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por una familia que se encontraba en el lugar.

Al respecto, una vecina del barrio comentó: “La situación es horrible, no se puede salir a hacer un mandado, los chicos no pueden jugar, absolutamente nada. Esto pasó al mediodía, el horario en el que llegamos todos de la escuela”.

“Estamos pidiendo tener derechos nosotros, no ellos. Acá salimos a trabajar, vamos y volvemos con los chicos, todo con 80 millones de ojos para que no nos pase esto, quedar en el medio de un tiroteo cuando cruzamos a comprar el pan o bajamos del colectivo”, se lamentó.

Consultada sobre la presencia de Gendarmería en la zona, la cual se encuentra en el lugar, aclaró: “Están parados en la esquina de Larrea y Casilda, ellos van en moto, mucho más rápido que las fuerzas federales, están de adorno, no los dejan hacer nada, todos sabemos que no pueden actuar”.