Artistas callejeros y artesanos de la ciudad de Rosario montaron este viernes el «Cuarto Callejerazo» frente al Palacio de los Leones exigiendo que «cese la represión a los trabajadores de la cultura» que tratan de ganarse la vida en las calles de la ciudad, en el marco de la gran crisis que azota al país por la pandemia de coronavirus.

«Estamos cansados de los acuerdos que no se cumplen, porque si bien habilitan espacios para trabajar, tanto a ferias y artistas cellejeros, esos espacios son muy pocos y no dan a basto para la cantidad de personas que somos», explicó a Conclusión Nicolino, payaso callejero.

Según relató el artista, «el acuerdo fue que mientras se ponía en marcha todo esto, nosotros no podíamos seguir esperando los tiempos del Estado, necesitamos trabajar». «Entonces, mientras todo se acomoda, se acomodan los nuevos permisos y se habilitan  los nuevos espacios, exigimos que no repriman a los trabajadores que salen a ganarse la vida».

Nicolino denunció que se pidieron ayudas o compensaciones económicas, susidios, tarjeta Alimentar o algún tipo de paliativo para los cientos de artistas y artesanos que quedaron desaamparados económicamente. «Sin embargo, para ninguna de esas demandas hubo respuestas claras. Y nosotros tenemos que buscar la forma de sobrevivir».

Además, el artista callejero señaló que muchos artistas que antes no trabajaban en la calle, en este último tiempo se vieron obligados a hacerlo ya que al no haber fiestas, cumpleaños, eventos en salones o jardines ni espectáculos habilitados, no les queda otra opción que salir a ganarse la vida en las calles.

«Habilitaron sólo cuatro espacios para al menos 500 artistas. Eso sin contar con los que empezaron a trabajar puertas afuera a falta de otras posibilidades. Somos muchos más en realidad».

Los artistas también señalaron que no se sabe si realmente el Estado los quiere cuidar, o si en realidad hay una decisión política de que no estén en la calle, porque el último fin de semana dos compañeros sufrieron represión policial, uno por trabajar en la plaza Libertad. «Si no fuera por la solidaridad de la gente que se puso entre el compañero y la policía, lo habrían llevado detenido».

No hay una decisión ni una toma de acción directa para que nos dejen de repimir. Estamos cansados de no tener ninguna de las respuestas que pedimos ynecesitamos».