Un hombre y una mujer fueron baleados este domingo a la tarde, en zona de Arroyito, cuando dos personas los emboscaron con el fin de robarles el auto. El hecho ocurrió a tan solo unas cuadras donde fue asesinado Joaquín Pérez, cuando guardaba el auto en una cochera a pocos metros de su casa.

El hecho tuvo lugar en José Ingenieros al 1800, alrededor de las 18. La pareja, que estaba con su hijo de 13 años, estacionó el vehículo, una camioneta Fiat Strada y acto seguido aparecieron los dos asaltantes, uno de ellos en silla de ruedas. Cuando el dueño de la camioneta se dio cuenta de lo que ocurría, trató de resistirse al robo y forcejeó con el ladrón que se dio a la fuga. Sin embargo, minutos después regresó y abrió fuego contra él y su mujer.

La mujer, Patricia R., de 55 años, fue herida en la pierna y trasladada por el Sies hasta el Hospital Centenario. En tanto, su marido, Rubén G. de 58 años, fue baleado en el tórax y, tras ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, se encuentra en grave estado. El chico, en tanto salió ileso.

 

Por su parte, los asaltantes lograron darse a la fuga y no hay detenidos.

Parte médico

Desde el Heca informaron que Rubén G. ingresó con herida en la parte central del abdomen, descompensado. «Enseguida entró a quirófano, el proyectil lesionó varios órganos. Hubo una cirugía prolongada, de la que salió con respirador y drogas que sostienen los signos vitales. Es un paciente en estado crítico», explicó el doctor Jorge Bitar, director del nosocomio.

 

En primera persona

Diego, un vecino de Rubén Guzmán y Patricia, quien se acercó a socorrer a la pareja, contó en diálogo con Conclusión: “El primer disparo no nos llamó la atención porque estamos acostumbrados, pero después se dio una seguidilla. Escuchamos gritos y nos fijamos en las cámaras comunitarias y nos asomamos por la ventana”.

“Vimos vecinos que estaban asistiendo a dos personas. Cuando nos acercamos vimos que Rubén tenía un impacto de bala en el pecho y en la pierna, y Patricia en la pierna. Buscamos toallas para hacerles presión porque perdían mucha sangre. Patricia estaba muy preocupada por su esposo y por su hijo. Rubén parecía que buscaba oxígeno”, continuó.

Con respecto a la respuesta de las fuerzas de seguridad y la atención médica, dijo que “la Policía demoró treinta minutos y después vino la ambulancia”. “A cinco cuadras tenemos una comisaria. La demora fue excesiva”, ahondó.

A pocas cuadras del lugar, se produjo en octubre de 2021 el asesinato de Joaquín Pérez, el joven arquitecto acribillado para robarle su auto. “Desde lo de Joaquín no cambió nada, hay un móvil policial en esa cuadra, pero se siguen produciendo hechos de violencia en la zona. A veces se ven policías, a veces no. Pero parece que son más los malos que la policía.

En cuanto a la situación actual de la inseguridad, señaló: “Hace un tiempo notamos aumento de hechos delictivos. Los arrebatos en moto son casi constantes”.

Para ejemplificar, el hombre contó una experiencia personal: «Me pasó que salí de mi casa y me apuntaron con una pistola y me dijeron que me vuelva a meter porque estaban robando una moto a unos metros».

“Hay cierto horario en el que casi no hay movimiento de los vecinos, tenés que mirar para todos lados. Muchos vecinos dejan el auto en la vereda porque no lo quieren guardar para que no ingresen a la casa. La sensación que te queda es que es una ruleta rusa, salís y no sabes si te va a tocar”, cerró el hombre.