A 18 años de la pueblada de diciembre de 2001, una multitud movilizó por las calles de Rosario para reivindicar el «Argentinazo» que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa. Al mismo tiempo, la convocatoria tuvo como consignas «celebrar la derrota electoral de (Mauricio) Macri» y el reclamo por una «Navidad sin Hambre».

Convocadas por la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y los Pueblos Originarios en Lucha, las personas marcharon desde Paraguay y Córdoba hasta la plaza 25 de Mayo, lugar en donde se pactó realizar el acto de cierre.

«Los que venimos peleando todo el tiempo queríamos conmemorar estos 18 años de calle, porque muchos de los que estamos acá hemos vivido directamente esa fecha», dijo a Conclusión Eduardo Delmonte, referente de la CCC, en referencia al 19 y 20 de diciembre de 2001.

«Tuvimos 39 muertos en toda la Argentina y 9 acá en Rosario. Esas son deudas que todavía no se han saldado, quedaron impunes. Tampoco se han resuelto las cuestiones de fondo que cultivaron el Argentinazo: el hambre, la pobreza, el saqueo a los sectores populares», recordó.

Las organizaciones sociales también reivindicaron la reacción popular ante las medidas del Poder Ejecutivo nacional. «Con todo el dolor de esa fecha, también la referenciamos como una instancia histórica del pueblo argentino, en donde el pueblo movilizado en la calle liquidó el estado de sitio decretado por un gobierno hambreador, para garantizar su política de ajuste, como el de De la Rúa», apuntó Delmonte.

«Lo echó y logró la suspensión del pago de la deuda externa, con esos fondos se pudieron financiar tres millones de programas de trabajo para poder abordar el hambre; se terminó con el Corralito; se paró la rebaja salarial de un 13% que se había impuesto a los empleados estatales; se salvó de la ruina a 300.000 productores del campo, pequeños y medianos; y abrió un camino en el que el pueblo con asambleas populares y participación de democracia directa fue mostrando la posibilidad de que otra Argentina era posible», enumeró el referente de la CCC respecto de los logros de la batalla que dio la población en ese entonces.

Memoria colectiva

Noelia es de Barrio Las Flores. Era una nena de 12 años cuando la represión proliferó por las calles de todo el país para intentar contener al estallido social que acorralaba al gobierno delaruísta. «Recuerdo cuando mis padres nos metían a casa por las balas de goma que nos pasaban por al lado. Tiraban gas lacrimógeno, así que nos ponían trapos mojados en la cara para que no nos ahogáramos. No podíamos salir al patio», contó a Conclusión.

Una de las víctimas de aquel diciembre de 2001 fue Claudio «Pocho» Lepratti, de 35 años, quien fue asesinado cuando estaba sobre el techo de la escuela 756. «¡Dejen de tirar, acá hay chicos comiendo!», fue lo último que gritó antes de recibir el disparo letal del entonces subjefe de la Comisaría 20, Esteban «Tiki» Velázquez.

«Recuerdo también a Pocho (Lepratti), porque yo con 12 años llevaba a mi hermanito a la escuela. El les daba mucho amor a los chicos, daba todo por ellos. Aquel día mis hermanitos no fueron al jardín debido a que estaban reprimiendo. Después vino una vecina a decirnos que lo habían matado. Todavía me duele. Lo recuerdo. Era una excelente persona y lo mataron como a un perro», agregó Noelia.

Además de Pocho, en aquellas jornadas fueron asesinados en la provincia de Santa Fe Juan Delgado, Yanina García, Walter Campos, Rubén Pereyra, Marcelo Pacini, Graciela Acosta, Ricardo Villalba y Graciela Machado.

Por su parte, Soledad remarcó ante Conclusión que entonces «se sentían los tiros y la represión, pero lo que más marcaba esos días era el hambre. La injusticia de un gobierno que nos hacía ir a comprar de a puchitos. Nos vendían azúcar suelta o un poquito de fideos y con eso nos teníamos que sustentar una semana. Siete días atrás había tenido un bebé. Era caótico. Jamás lo vamos a olvidar».