Una camada de agentes federales desembarcó en Rosario este miércoles y fueron recibidos por el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernandez, que estuvo acompañado por el intendente Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti. Tras días de zozobra por la violencia desatada tras el crimen de Máximo Gerez en Empalme Graneros y la espiral criminal que se vive en las últimas semanas, Fernández desembarcó en la ciudad con más agentes de la gendarmería e ingenieros del Ejército que colaborarán en los barrios con logística. “Nadie puede estar viviendo con el corazón en la boca por cosas de estas características. Terminémoslo de una vez por todas para cortar con todo lo que sea necesario”, azuzó el titular de la Seguridad nacional.

En la presentación, que se realizó en el predio ubicado en Jorge Newbery y Circunvalación, Fernández reclamó a los gendarmes y policías federales la «vocación» necesaria «para ir al hueso» y obtener resultados positivos. También agradeció a jueces y fiscales presentes y señaló que «necesitamos de sus materiales para allanar y romper con una estructura que ganó espacio y que necesitamos que vuelva a la normalidad”.

Fernández hizo un aparte para el intendente Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti. «Quiero hacer una separación clara entre el gobernador y el intendente que heredaron una situación de estas características y no son cosas que uno debe soportar calladamente”, enfatizó. Y remarcó que el objetivo ahora es que “los pibes puedan caminar en la calle sin temor a que los lastimen”.

Asimismo, el ministro adelantó que «los que están llegando hoy son una parte de los que van a seguir llegando». «Tenemos que seguir haciendo tareas en cada uno de los barrios, con trabajo, con responsabilidad. La presencia es fundamental”, amplió al tiempo que agregó: “Hay que seguir el dinero también para romper una rosca que hace daño y por donde camina el tema más difícil. Hay que seguir invirtiendo para producir cambios definitivos. No nos vamos a quedar quietos”, concluyó.

Tras su discurso, brindo una breve conferencia de prensa en la que remarcó que trabaja en la problemática de la ciudad y la provincia desde el primer día que asumió. «El gobernador Perotti fue la primera persona que recibí después de prestar juramento y desde ese momento no hemos soltado ni una sola vez todo lo que tenemos que hacer. Todo lo que ven aquí está funcionando a pleno, ciento por ciento, y lo que hay que hacer es seguir creciendo en un proceso en el que las fuerzas federales sigan agregando personal, en tanto y en cuanto, ya esté desarrollada la tarea del personal que vino»

Fernández insistió en que el año pasad hubo más de 2.000 procedimientos y detenidos y recordó también que hace 10 años, un 11 de octubre de 2013 baleaban la casa del gobernador Bonfatti (Antonio). «Esto comenzó hace muchísimos y no había más de 500 efectivos federales, ahora hay unos 4.000 y no nos vamos a detener».

Interpelado por la prensa, Fernández aseguró que «no está mirando para el costado» y que «no vamos a bajar los brazos». «Hay hombres, hay mujeres, hay niños, hay ancianos que están padeciendo y viven con el corazón en la boca. Y yo no estoy mirando para el costado y el gobernador y el intendente tampoco, estamos acá para encontrar la solución todos juntos».

Fernández también se refirió al episodio del ataque al supermercado de la familia política de Lionel Messi, y remarcó que no están en la ciudad por ese tema. «En relación a ese incidente, lo escuché al intendente decir algo muy cierto, es llamativo, no había presencia de las fuerzas, no hay gestos, creo que lo que han querido hacer es mucho ruido, y ruido es lo que han hecho. Me merece mucho respeto Messi, pero no tiene nada que ver con esto».

Consultado por el tema central de la presencia de teléfonos en las cárceles, Fernández aseguró que no es él quien se los otorga, y que no aceptaría que los tuvieran si él fuera parte de esa decisión. «Con esos teléfonos se hace mucho daño, porque en una de las balaceras de principio de año, detuvimos a los responsables materiales y a través de ellos, dimos con los responsables intelectuales que estaban en la cárcel de Rawson. No es una casualidad, los últimos allanamientos se hicieron en Ezeiza, Marcos Paz y Rawson, pero ya también habíamos allanado Coronda y Piñero».

En ese sentido, fue contundente: «No nos vamos a detener hasta encontrar una alternativa distinta, que ya está estudiada y acordada con el Presidente de la Nación, y que se va a poner en marcha en breve. Cuando comience este proceso, eso se termina solo. Porque se corren a otro costado y las posibilidades las tenemos».

En cuanto a la presencia de policías corruptos en los operativos y en inteligencia criminal, afirmó que si hay policías que están actuando en forma corrupta o en connivencia con organizaciones criminales,» en el movimiento que vamos desarrollando, junto con las instrucciones que nos da el Ministerio Público de la Acusación y el Ministerio Público Fiscal, vamos a detenerlos, y vamos a investigar la acción en la que van participando, yo no tengo ninguna duda» remarcó, aunque señaló que «no generaliza», porque «no toda la policía tiene ese comportamiento». «Pero si hay algunos que están en este tema, vamos a tener una línea investigativa y vamos a llegar hasta el fondo».