La psicoanalista estará presentándose el lunes 7 de agosto, a las 19, junto al escritor Juan José Becerra en la mesa titulada «¿Qué es el amor? Hablemos sin saber«. La Feria Internacional del Libro de Rosario 2023 sigue en marcha en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, hasta el sábado 12 de agosto, con entrada libre y gratuita.

Alexandra Kohan es psicoanalista y docente de posgrado de la Universidad de Buenos Aires. Es magíster en Estudios Literarios por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Colabora habitualmente en EldiarioAr, revista Polvo y otros medios. Integra, junto a José Luis Juresa, el espacio de lectura e investigación Psicoanálisis Zona Franca. Es autora de Psicoanálisis: por una erótica contra natura (2019, IndieLibros), Y sin embargo, el amor. Elogio de lo incierto (2020, Paidós) y Un cuerpo al fin (2022, Paidós).

Alexandra cuenta que su libro “Y Sin embargo, el amor” surgió a partir de la convocatoria de la editora de Paidós, quien le propuso publicar un nuevo material y ella contó que tenía entre manos este asunto.

«No me gusta decirle tema, porque no es un tema, porque el amor es una experiencia que atraviesa mi práctica analítica, es parte de todos los días, bajo la forma de la transferencia, en el psicoanálisis eso es fundamental. Entonces venía pensando eso en los distintos espacios, en las clases de la facultad, en el grupo de estudio, estaba con esas preguntas. Después, en el proceso de escritura, por supuesto, surgieron cosas que no las había pensado. Hay una parte del libro que es una especie de discusión con los discursos del amor del presente y todo eso fue quizás más diseñándose a medida que fui escribiendo, fueron surgiendo cosas que no tenía pensadas«.

El amor es un asunto universal y constante en la vida de todas las personas, para Alexandra los últimos años han traído un resurgimiento o interés mayor en las formas de pensarlo. «Lo noto no solo en las disciplinas que lo están abordando, sino también que hay un resurgimiento de la dimensión pública del amor. Noto que ese resurgimiento tiene que ver con hacer público el amor. Hasta hace unos años, estuvo un poco vedado el amor, estuvo reprimido como dijo Barthes, que en los ‘70 dijo que lo que estaba reprimido era lo sentimental y no lo sexual, y creo que en los últimos años pasó algo similar», dice y agrega: «Hubo tantas apuestas en visibilizar cuestiones en las que entraron los vínculos amorosos o sexoafectivos como dicen, que en ese ímpetu de visibilización, noto que se barrió de manera homogénea con el amor, por decirlo de una manera brutal. Lo que creo que ahora, a diferencia de hace algunos años, es que estamos como si pudiéramos nadar de manera apaciblemente, un poco menos inquietos con las categorías, con las fórmulas y con las clasificaciones».

En el libro se hace hincapié en cómo las tecnologías modifican o generan otro tipo de códigos a la hora de vincularse, acerca de cómo ve el futuro en ese sentido cita una frase de una novela de Becerra en la que el personaje dice “dijo estupideces como cada vez que se habla del futuro”. «No hay forma de saber el futuro, pero sí se puede pensar en el presente. Estoy de acuerdo en que las tecnologías cambian las formas de relación, pero a la vez no terminan de contener a las relaciones. Por ejemplo, con las aplicaciones de citas, es cada vez más habitual que la gente se conozca a través de estas, pero no termina de absorber lo que implica la inquietud de un primer encuentro, entonces, modifica hasta cierto punto, porque después continúa el encuentro como acontecimiento. Como es la zozobra que implica encontrarse con alguien», explica.

Además de libros, escribe un newsletter en el Diario ar, Atención flotante. «En el diario escribo dos columnas mensuales entonces, cuando me convocaron para el newsletter, pensé que tenía que ser distinto a lo que ya escribía. Y efectivamente, no enseguida, pero después de un tiempo fui encontrando un tono distinto en el newsletter, es más personal, está escrito en general en primera persona y tiene que ver con algo de lo personal, más intimista, y una construye un tipo de interlocución en esa escritura. De todos modos, no me olvido que es público, por eso pongo límites sobre lo que cuento».

De la Feria del Libro y lo valioso de la existencia de estos espacios, destaca que sobre todo valora la circulación de las lecturas. «Para mí participar en ferias es bastante nuevo y por eso también es todo un aprendizaje. En Rosario siempre soy muy bien recibida, por todo el afecto que recibo. Las ferias funcionan en tanto que funcionan las lecturas que circulan, hablar de los libros, eso me parece que es lo fundamental», apunta.

A la hora de contar sobre sus últimas lecturas, cuenta que conoció en la Feria del Libro de Tucumán a la escritora uruguaya Inés Bortagaray y que está leyendo sus libros Prontos, listos y ya y Cuántas aventuras nos aguardan. Además, está leyendo el tercer libro publicado en Argentina de Nathalie Léger, En busca del cielo. Lecturas que recomienda con fervor.