El sistema de salud está en crisis, así lo expresaron desde la Asociación Médica de Rosario (AMR) mediante un comunicado emitido recientemente a través del cual volvieron a exponer el deterioro de las condiciones de trabajo de los profesionales como consecuencia del “gran atraso en sus honorarios” y “las demoras en los pagos por parte del sector financiador”.

Una de las preocupaciones es que debido a la situación de del sector cierren pequeñas clínicas, centros de salud y consultorios externos, en especial los que funcionan en los barrios ya que no pueden solventar los gastos fijos.

“Los aranceles de las obras sociales y prepagas están muy bajos. Del 100 por ciento, un 65 por ciento viene de la seguridad social. Si bien históricamente la provincia de Santa Fe tiene un importante número de empleo registrado, hay un deterioro muy importante para aranceles y consultas y prácticas general”, dijo en diálogo con Conclusión Dardo Dorato, secretario general de AMR.

“Vemos que esto se está agravando en virtud de las apremiantes condiciones económicas en las que se encuentran los centros médicos de la ciudad, lo que no solo pone en riesgo numerosos puestos de trabajo, sino que también puede conducir a la reducción de servicios”, alertaron desde la asociación.

En Rosario y Gran Rosario son cerca de 500 los grupos de consultorios y pequeñas clínicas asociadas con AMR, organización que, justamente, se encarga entre otras cosas de conseguir convenios con obras sociales y prepagas.

El referente de AMR hizo hincapié en la importancia de la atención primaria: “Cuando un paciente entra, pocos reparan que hay que pagar secretarias, empleados y servicios, por lo que la consulta tendría que estar duplicada”, señaló Dorato y precisó que actualmente una obra social o prepaga le abona al médico entre 1.300 y 1.800 pesos. “A partir de allí es que comienzan los problemas con los cobros de aranceles, además de que los insumos en el campo de la medicina están en dólares”, agregó.

La valorización de la atención primaria

“Otra cuestión en sobre el concepto de atención primaria, que son consultas que llevan tiempo”, dijo y puso como ejemplo el caso de un médico clínico que es “donde se pone a prueba, además, la función y capacidad intelectual del profesional”, detalló.

También refirió que cualquier curso de posgrado o capacitación médica hoy tiene precio dólar, por lo que se les hace inalcanzable para muchos profesionales de la salud acceder a ellos.

Tema de debate y agenda

“Hay que generar una mesa de discusión seria para abordar el tema porque el sistema está agotado e implica la intervención del ámbito estatal. Hay que barajar y dar de nuevo”, sostuvo.

Dorato consideró, además, que “necesariamente tiene que haber una asociación publico privado”, y que “si está dejado a libre mercado el sistema de salud como si fuera cualquier otro servicio no va a funcionar”.

“Los modelos de seguridad social que son compartidos entre todos y que tienen la solidaridad como valor no entran en la lógica del mercado”, sentenció.

Medidas concretas

A través del comunicado emitido el pasado finde semana, desde la AMR pidieron:

  • Incremento de honorarios con un mecanismo pautado y permanente de ajuste.
  • Acortamiento en los plazos de pagos: no más de 30 días.
  • Reducción de costos de impuestos y servicios a los centros médicos y consultorios barriales.
  • Apertura de la discusión sobre la reforma del sistema de salud con la participación de la AMR.

“Frente a este delicado panorama, la Asociación Médica sigue ejerciendo constantes reclamos al sector financiador, para que actualice los honorarios y pague en tiempo y forma, ya que -como señalan numerosos asociados- el bajo arancel empuja a los profesionales a considerar el cobro de adicionales, algo no deseado que injustamente afecta la relación con sus pacientes. Asimismo, la AMR exige el compromiso de los poderes públicos ante la delicada situación económica que padecen los más de 500 centros médicos -término que agrupa a clínicas y consultorios- rosarinos, en los cuales se realiza un promedio de 200 mil consultas mensuales, en su mayoría de pacientes de los barrios de la ciudad, muchos de los cuales, en caso de cierre o reducción, quedarían sin su lugar de atención habitual.

En ese sentido, nos proponemos iniciar un conjunto de acciones para lograr el compromiso de los gobiernos municipal y provincial, para que instrumenten medidas que contribuyan a la sustentabilidad de los centros médicos, a través de decisiones que alivianen sus cargas económicas, tal como se hace en contextos de crisis con otras instituciones y emprendimientos en Rosario y en la provincia”.