Por Alejandro Maidana

“Muchos de nuestros sueños parecen primero imposibles, luego parecen improbables, y luego, cuando sumamos la fuerza de voluntad, pronto parecen inevitables”, Christopher Reeve.

Creada el 26 de octubre de 1998, Aisdro se ha convertido en un espacio de suma importancia para la contención de aquellas familias que necesitan ser guiadas y acompañadas en este camino.

“Fundamentalmente Aisdro se creó con la intención de ser un lugar de contención para familiares, amigos y personas con síndrome de Down. La idea es acompañar y apoyar a las mamás y papás que, debido a la falta de información, no saben cómo continuar el camino con sus hijos” explicó Maite Zubelzu, mamá.

El primer lugar donde deben ser incluidos los niños es en su hogar. Afianzados en el mismo, el transitar por una sociedad estructurada y no preparada para la interrelación, se hará menos karmática y tolerable.

“Apostamos a la independencia y autonomía plena. Damos esta pelea para que puedan ser uno más en todos los ámbitos: desde sus primeros años de vida, en el colegio en todos sus niveles, en lo deportivo. La lucha es para que se los reconozcan como personas dignas e íntegras. En definitiva, como ciudadanos con plenos derechos que deben ser valorados por sus capacidades por encima de sus limitaciones o diferencias y rechazando cualquier tipo de discriminación”, enfatizó Maite, en charla con Conclusión.

Muchos colegios de la ciudad poseen un cupo acotado para abrirles las puertas a personas con síndrome de Down. Los mismos, sólo liberan un lugar por nivel (no importa cuántos tenga) cuando debería ser por curso y de esta manera, lograr mayor amplitud. El sistema educativo aún está lejos de poder ser inclusivo y brindarles el apoyo necesario a todos/as  aquellos/as que quieran adaptarse a una sociedad que aún los mira de reojo.

“Mi hija está en preescolar y, más allá de algunas cositas típicas de los niños, nunca tuvo inconvenientes con sus compañeritos. Los chicos no se dan cuenta, para ellos todos poseen particularidades. Los que marcan la diferencia son los adultos, y esto generalmente sucede por la desinformación”, comentó Emilse Moral, mamá.

Aisdro comenzó recibiendo a unas 15 familias. Hoy en día, son muchas más las que de manera conjunta y mediante talleres, terapias, experiencias compartidas y espacios de contención, unen esfuerzos para hacer del sueño de la inclusión plena un suceso concreto.

En otro orden, Analía Salles, secretaria de la Asociación, habló sobre la importancia de los primeros años de vida: “Los papás que se acercan son portadores de una duda que no es otra que la que posee las mayorías. Ellos creen que sus hijos no podrán aprender a leer, a escribir, o sencillamente a relacionarse. Eso es algo equivocado, producto de las muchas décadas de desinformación y falta de inclusión verdadera. Sus hijos con el estímulo necesario, están preparados para una interacción absoluta y para eso luchamos”.

La necesidad de contar con docentes formados para interactuar con niños con síndrome de Down es una realidad que se consolida día tras día. Es por esto que Aisdro suele convocar a profesionales de todo el país para que estos puedan brindar charlas y conferencias a todos aquellos que estén interesados en oírlas.

Volviendo al tema familiar, un puntal fundamental para el crecimiento de los chicos Maite Zubelzu sentenció: “Quiero hacer hincapié en la importancia de la familia, que es la primera que debe incluir al chico. Lamentablemente, hoy la poca información que existe genera un círculo en donde la falta de estímulos y respuestas conspira en contra de los más chicos. El ejemplo más concreto lo tenemos con los compañeritos, ellos los tratan como a uno más, y es tan beneficioso para aquel que tiene síndrome de Down, como para aquellos que no. El acompañamiento es una tarea tan dura como gratificante, vemos como la superación de nuestros chicos se consolida año tras años, derribando barreras “.

Existe una enorme expectativa en la conformación de la nueva ley de educación de la provincia. Diferentes organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la educación inclusiva, se reunieron hace pocos días con la ministra Claudia Balagué y sus colaboradores para acercarles un informe detallado sobre las necesidades que enfrentan las personas con discapacidad y sus familiares.

Sobre la importancia de que los familiares se comuniquen con la Asociación, Analía Salles argumentó: “Los pasos que debe dar la familia en los primeros días de vida es fundamental, ya que en el hospital o el sanatorio no están preparados para brindar una información certera y menos para contener. La gestión del certificado de discapacidad, algo que se debe tener para exigirle a la obra social una prestación total de los servicios, la posterior búsqueda de un pediatra son solo algunos de los temas que la mayoría de los papás desconoce”.

Invitando a todos aquellos que necesiten contención e información, Aisdro los espera en la Mutual de Cristiana ayuda familiar, ubicada en Salta 1898 los martes, miércoles y jueves de 18 a 20 horas para construir juntos, una sociedad inclusiva y sin estereotipos.