Por Federico Morel
Cada vez es más la gente que realiza la tarea de transformar la basura en alimento para la tierra, en lo que se denomina «compost», pero muchos se han encontrado con trabas burocráticas desde el municipio y su dependencias para poder hacer esta labor social, donde la limpieza del barrio junto con la proyección laboral podrían convivir de manera notoria.
Es el caso de la ONG Rosario Compost, que había desarrollado una compostera comunitaria en barrio Fisherton Industrial, pero personal municipal obligó a desarmar el trabajo llevado adelante por la organización.
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Mariano Cruz es el presidente de entidad y ha desarrollado composteras comunitarias que armó frente a sus casa. La idea de la entidad es utilizar terrenos públicos donde ya existan basurales y transformarlos en espacios verdes de producción y trabajo. Para eso necesitan los permisos necesarios para llevar adelante esta labor.
«Nosotros tenemos en la ciudad de Rosario las posibilidades de llevar a cabo esta actividad. Lo que no tenemos es el apoyo de la gente que tiene que acompañar la actividad en sí, los centros de distritos, el Concejo municipal, desde la Municipalidad«, mencionó el compostador a Conclusión.
Cruz explicó que «concretamente, compostar hoy por hoy es una actividad ilegal. Nosotros tenemos composteras comunitarias y es algo que no está reglamentado o permitido. No se ceden espacios libres y públicos o basurales a cielo abierto que pueden ser transformados en plantas de reciclaje o compostaje«.
El emprendedor contó que ya hicieron pedidos para que les dejen realizar la tarea en espacios públicos frente al Distrito Oeste pero la respuesta fue negativa. «Nosotros estamos produciendo entre medio kilo y dos kilos de basura por día por persona. Necesitamos que eso pueda ser compostado. Los vertederos están sobrepasados. Nos hay más lugar para ser tibios en esto. Esto es una actividad que hay que encararla y consolidarla con el apoyo que realmente se necesita. Ya estamos tarde digamos«, aseguró el hombre.
Compost: ¿qué es?
El compost es un producto que se obtiene de diferentes desechos o basura orgánica mediante procesos de descomposición controlados y mediante la oxidación de estos materiales, proceso que se denomina compostaje. Esto da como resultado un producto de aspecto terroso, libre de olores y de patógenos, el cual es empleado como abono de fondo, abono para la tierra y como sustituto parcial o total de fertilizantes químicos.
Ese material es muy preciado y muy valioso, y el costo de desarrollarlo es bajo, por lo que es un buen canal dentro de un sector como el de la basura, donde se podría pensar la creación de fuentes de trabajo.
Pedido a las autoridades
Al consultarle sobre el pedido que le haría a las autoridades municipales, Cruz fue muy claro: «El primer pedido sería que los centros de compostaje tiene que ser en los barrios. No sirve que haya una compostera comunitaria en el centro de Rosario que es el lugar que más atención tiene, más recolección de residuos hay. Nosotros las necesitamos en los barrios, más humilde es el barrio es donde más composteras se necesita, donde más capacitación se necesita».
Cruz hizo un pedido especial y particular. Dijo que en lo personal quiere «pedir encarecidamente ese espacio que muchas veces es un basural a cielo abierto que es un lugar donde se gesta alimañas, plagas, enfermedades para que podamos transformarlo en un espacio de vida, en un espacio verde y porque no en un parque huerta o en un bosque de alimento sustentable«.
El trabajo de compostar sirve para la creación de empleo. El responsable de la ONG Rosario Compost concluyó: «Por compostera comunitaria pueden trabajar dos o tres familias. Eso sería una salida laboral muy buena. No hay un límite de crecimiento. La materia prima ya está y la necesidad y el uso está. Hay demanda de ese compost y de ese humus».
