Se trata de una muestra de carácter histórico-institucional en la que los y las visitantes podrán recorrer los 200 años de historia de la inmigración en el país, plasmados en fotografías, infografías, cuadros estadísticos, líneas de tiempo y audiovisuales. Además, el viernes 9 a las 19 hs. se realizará en el salón de lectura un concierto del M° Pierluigi Ruggiero (cello).

Sergio Sampedro, responsable de la muestra que depende de la Dirección Nacional de Inmigraciones, resaltó que es una muestra fotográfica que se divide en tres módulos: “primero es una muestra fotográfica, donde nosotros a través de la fotografía contamos la historia de la inmigración en la Argentina. Por el otro lado tenemos una pequeña muestra de objetos y de documentación que tienen que ver con toda esa vivencia que tuvo el inmigrante cuando llegó a nuestro país, y por otro lado que tenemos y que es muy consultado es la base de datos de ingreso al Puerto de Buenos Aires, que son ingresos entre 1882 y 1953”, graficó.

En diálogo con Conclusión, Sampedro subrayó también que las cifras que dejó la inmigración en la Argentina “hablan de casi 5 millones de inmigrantes que arribaron al país, y entre ellos los principales fueron italianos y luego españoles en ese orden”.

A partir de la Ley de Inmigración de 1876, conocida como la ‘Ley de Avellaneda’, se produjo un impulso y fomento a la inmigración hacia nuestro país.

El 6 de octubre de 1876 fue sancionada la ley Nº 817 de “Inmigración y Colonización”. La iniciativa de esta previsora ley le correspondió al entonces presidente Nicolás Avellaneda, cuyo objetivo prioritario fue poblar y aprovechar las grandes extensiones de tierra que poseía nuestro país esto trajo gran cantidad de gente de Europa corrida por la miseria de guerras y hambrunas

“Nosotros a través de algunos videos y paneles fotográficos mostramos el funcionamiento del Hotel de Inmigrantes que fue el ultimo y definitivo hotel que se inauguró en 1911 y funcionó hasta 1954 y recibió en ese periodo alrededor de 1 millón de inmigrantes”, graficó Sampedro, a la vez que detalló: “En ese hotel se los alojaba, se alimentaban, se les daban instrucciones y hasta había una oficina de trabajo para dirigirse al interior del país para que puedan ejercer su profesión”.

La Ley de Inmigración pretendía captar gran cantidad de trabajadores para ocupar y desarrollar el campo argentino. Significó equiparar los derechos civiles de argentinos y extranjeros. Fue la primera ley nacional que trató temas migratorios.

Esta ley tuvo un efecto impactante en los años siguientes. Permitió la llegada de millones de extranjeros. Sin embargo, lejos de establecerse el grueso de los recién llegados, en el campo, como era la idea de Avellaneda, muchos de ellos se establecieron en los centros urbanos próximos a los puertos. De más de 68.000 inmigrantes registrados en 1875, poco más del 10 por ciento se volcó al trabajo rural, y no todos ellos se radicaron definitivamente.