A un año de la muerte de Carlos “Bocacha” Orellano, familiares y amigos del joven se concentraron en la tarde de este miércoles frente al boliche Ming, en la puerta de La Fluvial, para renovar el pedido de justicia.

Durante la manifestación, Edgardo Orellano – padre de “Bocacha”- dialogó con Conclusión y criticó el accionar de la justicia al asegurar que “a los cuatro imputados y detenidos que hay les dieron la preventiva con las mismas pruebas que teníamos en marzo del año pasado, no hubo datos ni testimonios nuevos”.

“No sé por qué esperaron un año para meterlos presos. No es una justicia lenta, es encubridora. Se borraron todo tipo de pruebas, rastros, escuchas telefónicas y trabajaron impunemente desde el primer momento”, agregó Orellano.

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En tanto, destacó que “desde Fiscalía se hizo todo mal” ya que “nunca se perimetró” las inmediaciones del complejo La Fluvial ni del boliche Ming, donde “Bocacha” había ido a bailar durante la noche del 23 de febrero. Allí fue visto por última vez, ya en la madrugada del 24. Dos días después, el cuerpo del joven de 23 años apareció flotando en el río Paraná, en cercanías del boliche. Por el caso, hay dos policías provinciales y dos agentes de seguridad privada imputados y detenidos bajo prisión preventiva.

Finalmente, el padre de “Bocacha” agradeció el “empuje” de los amigos de su hijo y de los jóvenes que desde hace un año acompañan el pedido de justicia.

Por su parte, la perito de parte de la familia de Orellano, Virginia Creimer, recordó los “obstáculos” que puso el Instituto Médico Legal (IML) y la justicia a través de los fiscales y de los jueces para la recolección de pruebas y la participación en la autopsia, y celebró que se llegue a este día con “los policías y los patovicas presos”.

“Las pruebas fueron tan fuertes que por más que trataron de ocultarlas, de desvirtuarlas y de tirar abajo nuestros testimonios, no lo pudieron lograr. Las pruebas son fuertes y la hipótesis del caso que nosotros mantenemos desde el día uno, es la misma que metió presos a los policías y a los patovicas. Claramente hay una complicidad que se está dando entre la policía, la gente que constituye a los narcos, el IML y la justicia”, remarcó la perito.

Consultada por Conclusión sobre los impedimentos que tuvo su presencia en el caso, Creimer apuntó: “Esto sucede porque molesta escuchar la verdad. En otros casos, como el de María de los Ángeles Paris o el de Franco Casco, en los que yo he participado en Rosario, ha ocurrido lo mismo. Les molesta que haya alguien que venga y que desde lo científico les plantee que lo que están diciendo es una mentira para encubrir delitos. Entonces cada vez que llego y piso el IML hay zozobra, se ponen muy molestos y empiezan a obstaculizar”.

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Asimismo, anunció que transformarán el dolor por la muerte del joven en algo positivo. “Junto con la Asociación Civil Carlos ‘Bocacha’ Orellano vamos a crear un espacio de memoria, cultural pero además la escuela de capacitación, que va a estar a cargo de la Consultora Pericial. Si éramos molestos antes, ahora vamos a ser mucho más molestos porque vamos a venir a trabajar desde Rosario y para Rosario”, determinó.

Finalmente, la perito aseguró que seguirá involucrada en casos de violencia institucional en la región “hasta que Rosario y Santa Fe puedan tener profesionales científicos que estén a la altura de lo que está pasando en la ciudad y den la respuesta que corresponde atravesados por los Derechos Humanos”.