En el año 2016 surgió la primera idea de TAP, con una gomaespuma que se colocaba entre los dedos del usuario y, a través de toques y combinaciones de movimientos, se podía introducir texto.

Después se mejoró su aspecto y su diseño, y a partir de ahí se ha trabajado en la evolución de la idea hasta que finalmente ha salido a la venta.

Con este avance, se ha dejado de lado la idea de una tira para convertirse en una serie de anillos conectados y con sensores. Según sus desarrolladores, consiguen determinar de manera exacta cuando se mueve el dedo, si se hace un gesto o un toque para luego convertirse en una acción determinada dentro de un teclado o de una interfaz.

El toque de un dedo, ya sea sobre la pared, una mesa o la pierna, representa una vocal. Para crear el resto de las consonantes es necesaria la combinación de dos dedos o más. Los creadores aseguran que solo se necesita alrededor de una hora para aprender los conceptos básicos y, de esta manera, comenzar a utilizar el dispositivo.

Según sus especificaciones, TAP es compatible con ordenadores y teléfonos inteligentes a través de Bluetooth y tiene una autonomía de ocho horas después de la carga. Sus responsables señalan que, gracias a sus sensores, se puede utilizar también como mouse y es compatible con varios sistemas operativos y con plataformas de realidad virtual.