A casi todo el mundo le da un poco de miedo ir al dentista. Sabemos que en cuanto nos sentemos en esa silla comenzaremos a sufrir una pequeña tortura. Sin embargo, hay gente que esa sensación que todos sentimos la multiplica por diez… Y si no, que se lo digan a la mujer que protagoniza esta historia.

Angie, de 48 años, estaba preocupada porque hacía un tiempo habían comenzado a movérsele algunos dientes, e incluso algunos se le habían caído. Sin embargo, la idea de ir al dentista le daba auténtico pavor. Así que, debió pensar que ella misma podía solucionar ese pequeño problemilla con ayuda de su caja de herramientas.

Como no quería ir a que un profesional le arregle su dentadura (que casi con toda seguridad estaba sufriendo tales problemas por culpa del tabaco) decidió fijarse ella misma todas sus piezas dentales con un poco de pegamento. Bueno, con bastante más bien… Y es que, resulta que usó tal cantidad de pegamento que, cuando por fin acudió a una consulta, tuvieron que quitarle casi todos sus dientes para ponerle unos postizos de titanio.

Según ha explicado en Mirror, descubrieron que su madre tenía cáncer de garganta después de que se le cayese un diente, por lo que le daba pánico la idea de que ella pudiese pasar por lo mismo.

Sin embargo, y tras más de tres horas de operación, esta británica ha vuelto a recuperar la sonrisa.