Es evidente que la manera más rápida y efectiva de abrir una botella de vino es utilizando un sacacorchos, ya que esa es su función. Sin embargo, ¿cuántas veces has ido a descorchar una botella de vino y te has dado cuenta de que no disponías de uno? Ante esa situación, y ya que te has hecho a la idea de tomar intentas abrir la botella a toda costa y de cualquier manera. Que si con la mano, que si improvisando una especie de sacacorchos con cualquier tipo de objeto punzante… Sea como sea, estos métodos no son muy efectivos.

Y es que, aunque puede que logres abrir la botella, seguro que te llevará un buen rato, y también corres el riesgo de que se te cuele el corcho en la botella de vino en pleno proceso, o que algunos trozos de corcho se desprendan en el intento y caigan en el vino. Vamos, que como se suele decir, puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Para la próxima vez que te encuentres en esta situación y si no quieres que se te arruinen más brindis, debes saber que existen varios truquitos caseros para abrir una botella de vino con éxito y sin necesidad de recurrir al sacacorchos.

Para empezar, y por extraño que pueda parecer, tu mejor aliado a falta de un sacacorchos en condiciones será un zapato. Sí, como lo has leído…

Resulta que si no tienes dicho artilugio a mano, lo mejor que puedes hacer no es salir corriendo a comprar uno sino quitarte el calzado y ponerte manos a la obra. Una vez que tengas la botella de vino y uno de tus zapatos en la mano, lo siguiente que debes hacer es colocar la base de la botella dentro del zapato.

Puede que este truco a algunas personas no les resulte muy higiénico, pero para su tranquilidad, aclaramos que la única parte de la botella que entrará en contacto con el calzado será la parte de atrás. Esta parte de la botella deberá ir bien colocada en la zona donde normalmente llevas el talón.

Una vez que hayas hecho esto, debes empezar a golpear la suela del zapato contra una pared (o superficie similar). De esta manera, el zapato servirá para amortiguar el golpe y que la botella no se rompa. Sin embargo, con los golpes lograrás que el corcho vaya saliendo poco a poco de la botella. Los golpes deben ser fuertes y secos, para que el corcho salga lo suficiente de la botella hasta que puedas retirarlo sin problema con la mano.

Como ves, el truco es muy sencillo de poner en práctica, y se puede hacer sin miedo de que la botella se rompa, puesto que el zapato está precisamente para amortiguar los golpes y evitar que nos quedemos sin tomarnos una copa de vino.