La tuberculosis es una de las enfermedades más persistentes y letales del mundo, siendo responsable de dos millones de muertes cada año. Los científicos han debatido durante años sus orígenes. Ahora, una nueva investigación demuestra que las focas y leones marinos probablemente fueron responsables de propagar la enfermedad a América del Sur, contagiando a los nativos incluso antes de la llegada de los europeos.

Un grupo de investigadores liderado por Kirsten I. Bos, de la Universidad de Tübingen en Alemania, descubrió que las cepas de tuberculosis están más estrechamente relacionadas con las cepas en los pinnípedos, familia de mamíferos que incluye a las focas y leones marinos.

Genomas humanos de más de 1,000 años de antigüedad hallados en Perú proporcionan pruebas inequívocas de que una variante de la cepa de la tuberculosis existió en América del Sur antes de que llegaran los europeos. La participación de los pinnípedos ayuda a explicar cómo el patógeno, que evolucionó en África hace aproximadamente 6,000 años y se adaptó a los mamíferos, pudo haber llegado a Perú 5,000 años más tarde.

El equipo analizó muestras genéticas provenientes de alrededor del mundo en busca de ADN de la tubercuosis. Hallaron tres provenientes de Perú, datando del año 750 a.C. a 1350 d.C., y las compararon con una base de datos de genomas modernos y cepas de animales. Encontraron una clara relación con la bacteria adaptada a las focas y leones marinos.

Dentro de los últimos 2,500 años, los animales marinos contrajeron la enfermedad en África y la transportaron, a través del océano, a los habitantes de las costas de América del Sur. Una vez establecida Sudamérica, la tuberculosis pudo haberse desplazado e infectado a las personas de Norteamérica, antes de que los colonos europeos trajeran nuevas cepas.

Los resultados comprueban que, a diferencia de lo que se pensaba, la tuberculosis no se propagó con las antiguas migraciones humanas y es una enfermedad relativamente joven. Gracias a este estudio, los investigadores esperan tener una mayor comprensión de las enfermedades que se transmiten entre especies, como MERS, SARS y VIH.

La investigación fue publicada en la revista científica Nature.