Expertos nacionales y extranjeros analizaron en la ciudad de Buenos Aires el modelo de gobierno de Internet en un contexto de mayor concentración de las empresas del sector, temas que cruzan la seguridad de los datos privados, la protección de la propiedad intelectual y derechos arancelarios, entre otros aspectos.

«A nivel global hay tres modelos de gobierno de Internet: el estadounidense que tiene «una visión dirigida al interés del negocio; el chino que protege el negocio pero tiene un control estatal muy fuerte; y el europeo, que hace de la regulación un negocio», explicó el ex presidente del Registro de Direcciones de internet para América Latina y el Caribe (Lacnic), Raul Echeberría.

«A los demás se nos impone asociarnos a estas visiones», remarcó el experto en el marco de las jornadas organizadas por la Escuela Argentina de Gobernanza de Internet en la Cancilleria, con la participación del secretario de Tecnologías de la Información, Héctor Huici.

Para Echeberría, nacido en Uruguay, los países latinoamericanos «tenemos que generar nuestra propia visión» de cómo gobernar Internet, para lo cual es «importantísima la cooperación regional».

La gobernanza de Internet se complejizó a medida que la red fue expandiéndose en su uso y en su variedad de aplicaciones y llega a la situación actual en la que la Justicia de Austria prohibe a una red publicar determinado contenido, no sólo en Austria sino en todo el mundo.

También que la imposición de impuestos a las empresas globales implique el análisis de big data de qué actividades se originaron en el territorio de un país, como en Francia, para evitar que la tributación de impuestos sea en base a la dirección de la empresa, muchas veces radicada en países con prerrogativas impositivas.

De allí que uno de los primeros logros del actual secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, fue la conformación del Panel de Alto Nivel sobre Cooperación Digital.

Este panel propuso una «alianza multisectorial» que cree una plataforma para compartir «recursos públicos digitales, atraer talento y agrupar conjuntos de datos, de manera respetuosa con la privacidad», y exhortó al sector privado a apoyar «políticas específicas que favorezcan la plena inclusión digital y la igualdad digital en favor de las mujeres y los grupos tradicionalmente marginados», entre otras cuestiones.

Echeberría, por su parte, subrayó que «todo lo que hemos construido tiene que avanzar sobre las múltiples partes interesadas» y explicó que «vamos a todas las reuniones internacionales, pero lo que afecta a los argentinos o a los uruguayos son las decisiones que se toman en cada uno de sus países».

Señaló además las diferencias de la gobernanza de Internet con la política tradicional, y mencionó que la primera se basa en la opinión de las mayorías y la segunda en lograr consensos.

También consideró que en «los nuevos modelos de gobernanza van a estar basados en una distribución de poder, lo que quiere decir que el poder político va a tener menos poder».

Tras recordar que hay elecciones presidenciales en Uruguay y en Argentina, señaló que «construimos una política en cualquier áreas, tenemos una visión estratégicas, pero cada 4 o 5 años el gobierno puede cambiar y los cambios pueden ser de 180 grados».

«En un mundo que requiere cada vez más rapidez de respuesta no podemos darnos ese lujo, necesitamos políticas de largo plazo. Por eso las sociedades van a necesitar esquemas de distribución para adaptarse a los cambios y los gobiernos tendrán incidencia pero no del 100% sobre los foros de representación», agregó.