El fundador y CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, defendió su decisión de encriptar los servicios de mensajería de la empresa después de que los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia le reclamaran un «backdoor» (una puerta trasera) para acceder a las comunicaciones privadas.

En una carta abierta con fecha de hoy, los gobiernos de esos tres países le reclamaron al empresario que les permita un acceso legal a las comunicaciones privadas (encriptadas) de los usuarios, con el argumento de combatir el terrorismo, el crimen organizado y la pornografía infantil.

«Las empresas no deben diseñar deliberadamente sus sistemas para impedir cualquier forma de acceso al contenido, incluso para prevenir o investigar los delitos más graves», señaló la carta, difundida por el diario The Guardian.

«Desafortunadamente, Facebook no se ha comprometido a abordar nuestras serias preocupaciones sobre el impacto que sus propuestas podrían tener en la protección de nuestros ciudadanos más vulnerables», dice la carta, que lleva la firma del fiscal General de los Estados Unidos, William Bar; del secretario de Estado del Reino Unido para el Departamento del Interior, Priti Patel; y del ministro de Interior de Australia, Peter Dutton.

«Debemos encontrar una manera de equilibrar la necesidad de proteger los datos con la seguridad pública y la necesidad de que las fuerzas del orden público accedan a la información que necesitan para proteger al público, investigar delitos y prevenir futuras actividades delictivas», agregó.

Durante la transmisión en vivo de una reunión interna de Facebook, Zuckerberg afirmó que estaba al tanto de los riesgos de explotación infantil antes de anunciar en marzo su plan para encriptar las comunicaciones en todos los servicios de mensajería de la empresa.

«Cuando estábamos decidiendo si ir al cifrado de extremo a extremo en las diferentes aplicaciones, esta fue una de las cosas que más me pesó», sostuvo el empresario y reconoció que perder el acceso al contenido de los mensajes sería como «estar luchando esa batalla con al menos una mano atada a la espalda».

Pero se mostró «optimista» de que Facebook podría identificar a los pederastas incluso dentro de sistemas encriptados, usando las mismas herramientas que se emplean para combatir la interferencia electoral, basada en el reconocimiento de patrones de actividad y enlaces cruzados entre cuentas de diferentes plataformas.

También sugirió que la red social podría limitar más las formas en que los adultos pueden interactuar con menores en las plataformas de Facebook.

Zuckerberg anunció en marzo que, a diferencia de la red social y de Instagram (cuyo carácter es nétamente público), las apps de mensajería de Facebook estarían encriptadas de extremo a extremo, en un intento de recobrar la confianza de los usuarios después del escándalo protagonizado junto con Cambridge ANalyitica en 2018 por la falta de cuidado de la privacidad.

El anuncio resucitó una discusión que ya es un clásico de Internet y que muestra el delicado equilibrio existente entre los reclamos de mayor seguridad, esgrimidos por agencias de inteligencia y gobiernos conservadores, y el derecho a la privacidad, una bandera de usuarios y activistas.