Sí, las gaseosas dañan tus dientes. Tomar bebidas carbonatadas es una de las peores cosas que se puedes hacer por la salud dental. La razón es debido a que la carbonatación que hace que la bebida sea burbujeante, también la hace realmente ácida.

Además muchas de éstas bebidas contienen ácido cítrico, lo que les da un rico sabor, pero destruye los dientes.

Se trata de un doble golpe con las gaseosas, debido a que su bajo pH ataca el esmalte, mientras que el azúcar alimenta a las bacterias que producen la caries. Los refrescos dietéticos tampoco se libran del problema, debido a que principalmente es la acidez de la bebida la que daña la dentadura.

¿Cómo minimizar los daños?

Evitar los refrescos de cola y la gaseosa de naranja. Ya sea de dieta, regular o saborizado, la cola es el sabor más acido, y la naranja el que contiene mayor concentración de azúcar.

Utilizar un sorbete. Tomar a través de una pajilla reduce el contacto entre los dientes y la bebida.

Beberla cuando ingiera alimentos. La comida ayuda a regular el pH del cuerpo, limitando el ataque de acidez en los dientes.

Enjuagar la boca después de tomarla. Esto ayudará neutralizar el pH y reducir los niveles de azúcar. También se puede consumir algún lácteo después, ya que estos productos ayudan a remineralizar el esmalte dental.

No cepille sus dientes tras ingerir gaseosa.  Puede sonar como una buena idea, pero en realidad empeora la situación debido a que la acción mecánica del cepillado erosiona el esmalte debilitado. Deje pasar al menos media hora antes de tomar el cepillo de dientes.