Alemania le impuso hoy a Facebook limitaciones en la forma en la que procesa y recopila los datos de sus usuarios, quienes desde ahora deberán brindar su consentimiento para que la red social obtenga su información de sitios externos o para que la combine con la de otras aplicaciones propias, como WhatsApp e Instagram.

La decisión alemana es la última de una serie de medidas que varios gobiernos han tomado tras el escándalo desatado en 2018 al conocerse que la consultora Cambridge Analytica usó datos de casi 90 millones de usuarios de Facebook para desarrollar un software e influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016.

Facebook manifestó su desacuerdo con la medida dictada por un organismo antimonopolios y adelantó su intención de «apelar para que las personas en Alemania sigan beneficiándose plenamente de todos nuestros servicios», indicó la empresa estadounidense en un comunicado.

La oficina federal antimonopolio de Alemania (Bundeskartellamt) que consideró que la firma estadounidense hace «abuso de una posición dominante» del mercado.

Mediante un comunicado, el organismo recordó que hasta ahora los usuarios de la red social solo podían utilizar la plataforma «bajo la condición previa» de que Facebook pudiera recopilar datos personales derivados de su actividad online por fuera de su propio sitio, y combinarlos con las cuentas de estos usuarios.

Es decir que todos esos datos personales recopilados dentro de Facebook, en otros servicios propios -como por ejemplo WhatsApp e Instagram- o en sitios web de terceros, podían combinarse y asignarse a la cuenta de cada usuario de Facebook.

«En el futuro, ya no se permitirá a Facebook obligar a sus usuarios a aceptar la recopilación y la asignación prácticamente ilimitadas de datos que no sean de Facebook a sus cuentas de usuario de Facebook», aseguró Andreas Mundt, presidente del organismo, indicó la agencia alemana de noticias DPA.

Esta práctica de combinar todos los datos en una cuenta prácticamente sin ninguna restricción «ahora estará sujeta al consentimiento voluntario otorgado por los usuarios», subrayó, y aseguró que «si los usuarios no dan su consentimiento, Facebook no puede excluirlos de sus servicios y debe abstenerse de recopilar y fusionar datos de diferentes fuentes».

Además de sus servicios y plataformas, Facebook extrae datos personales de sus usuarios de los sitios web de terceros que incluyen interfaces como los botones «Me gusta» o «Compartir», o con aquellos que permiten iniciar sesión desde una cuenta de Facebook (el clásico «ingresá con Facebook»).

«El Bundeskartellamt subestima la feroz competencia que enfrentamos en Alemania, interpreta erróneamente nuestro cumplimiento con el RGPD (el Reglamento General de Protección de Datos) y amenaza el mecanismo que proporciona la legislación europea para garantizar estándares de protección de datos coherentes en toda la UE», consideró Facebook.

La decisión alemana se basó en los resultados de una investigación de tres años, según la cual «la combinación de fuentes de datos contribuyó sustancialmente al hecho de que Facebook pudo crear una base de datos única para cada usuario individual y, por lo tanto, ganar poder en el mercado», dijo Mundt.

«Al combinar los datos de su propio sitio web, los servicios de la empresa y el análisis de sitios web de terceros, Facebook obtiene perfiles muy detallados de sus usuarios y sabe lo que están haciendo online», destacó.