El ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Ahmed ben Mubarak, se comprometió hoy a «restaurar la estabilidad» de su país devastado por la guerra, al día siguiente del ataque con explosivos en el aeropuerto de Adén que tuvo como objetivo a miembros del nuevo gobierno de unidad nacional.

Las detonaciones dejaron al menos 26 muertos, incluidos trabajadores humanitarios, y más de 50 heridos, sin causar bajas entre los ministros.

El ataque tuvo lugar días después de que el nuevo Ejecutivo yemení, que ahora cuenta con separatistas del sur del país árabe, jurara su cargo durante una ceremonia en Arabia Saudita en la que estuvo presente el presidente de Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi.

«El gobierno está decidido a cumplir con sus deberes y trabajar para restaurar la estabilidad en Yemen. Este acto terrorista no lo disuadirá», dijo a la agencia de noticias AFP el ministro Ahmed ben Mubarak.

Ruidos de explosiones y disparos se escucharon antes de que saliera un espeso humo negro de un edificio del aeropuerto de Adén, la capital provisional, mientras caían escombros, lo que provocó pánico entre los presentes, según imágenes del canal Al-Hadath.

El avión llegaba desde Riad, la capital de Arabia Saudita, donde el gobierno yemení se exilió después de que los rebeldes hutíes se apoderaran de la capital Sanáa en septiembre de 2014 así como de vastas regiones del país, desencadenando una sangrienta guerra.

En un país pobre devastado por los conflictos, el nuevo gobierno yemení de unidad que reúne a ministros gubernamentales de Hadi y separatistas del sur fue formado el 18 de diciembre bajo el impulso de Arabia Saudita.

Estos dos bandos que se disputaban el poder en el sur continúan siendo aliados desde hace seis años contra los rebeldes hutíes, apoyados por Irán y que se apoderaron de una gran parte del norte del país, incluyendo la capital Sanaá.

El conflicto experimentó un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación en una guerra que dejó miles de muertos y provocó la mayor crisis humanitaria de la actualidad.

Actualmente, casi el 80% de la población de Yemen, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.