La violencia estalló durante la noche de este viernes en Rotterdam. Las protestas contra el endurecimiento de las restricciones en Países Bajos acabaron en una batalla campal. Barricadas en las calles, vandalismo y coches envueltos en llamas.

En ese contexto, los manifestantes fueron disuadidos por la policía con cañones de agua y disparos de balas de goma. Al menos dos personas resultaron heridas en los disturbios y los daños materiales son cuantiosos.

El país neerlandés sufre una ola de contagios por el Covid-19 con incidencias de 1.149 casos por cada 100 habitantes. El gobierno de Mark Rutte ha impuesto medidas como un estricto toque de queda o el endurecimiento del uso de las mascarillas.