Los cinco gobernadores opositores electos en Venezuela continuaron hoy sin poder asumir sus cargos debido a que las legislaturas regionales, con mayorías chavistas, se negaron a tomarles juramento, y el presidente Nicolás Maduro reiteró que no podrán hacerlo mientras no reconozcan a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) “plenipotenciaria”.

“Quien no se juramente y se subordine a la ANC no podrá tomar su cargo, llámese como se llame; es una decisión de la Constituyente plenipotenciaria; o respetan o respetan, así de sencillo”, dijo el mandatario en Maracay, capital del estado Aragua, durante el acto de asunción del nuevo gobernador oficialista de ese distrito, general Rodolfo Marco.

Mientras tanto, la Asamblea Nacional (AN, parlamento con mayoría opositora) y la Iglesia católica cuestionaron el proceso de las elecciones regionales del domingo pasado por fraudulento y parcial, respectivamente.

En ese contexto, la mayor cámara empresarial denunció que el gobierno lleva más de un mes sin adjudicar divisas al sector privado en un país que importa más de 60% de lo que consume y atraviesa una severa crisis de abastecimiento.

Los legisladores regionales chavistas rehusaron tomar el juramento de práctica a los mandatarios opositores electos porque éstos no juraron ante la ANC que está integrada exclusivamente por oficialistas y declaró su preeminencia sobre todos los poderes del Estado.

La Constitución establece que los gobernadores electos deben jurar y asumir sus cargos ante los consejos legislativos regionales.

La oposición desconoce a la ANC por entender que su convocatoria, la elección de sus miembros y su instalación fueron inconstitucionales.

La situación involucra a los gobernadores electos de los estados Anzoátegui, Antonio Barreto; Mérida, Ramón Guevara; Nueva Esparta, Alfredo Díaz; Táchira, Laidy Gómez (los cuatro pertenecientes al partido socialdemócrata Acción Democrática, AD), y Zulia, Juan Pablo Guanipa (del partido centrista Primero Justicia, PJ).

En el caso de Táchira, el presidente del Consejo Legislativo, Omar Hernández -quien se aprestaba a asumir como gobernador interino-, desmintió que la mayoría chavista de ese cuerpo hubiera analizado la posibilidad de destituir a la gobernadora electa e invitó a ésta a que jurara ante la ANC, informó el diario caraqueño El Nacional.

En tanto, la AN, con el voto de la mayoría opositora al chavismo, declaró “fraudulento” al reciente proceso electoral, “así como las actuaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) en alianza con el gobierno nacional y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”.

En la resolución, el parlamento reclamó además que el CNE “facilite la realización de una auditoría integral, cualitativa y cuantitativa”, de todo el proceso electoral, por parte de “organismos internacionales” y “a cargo de expertos independientes”.

Asimismo, la AN resolvió “crear una comisión especial encargada de documentar exhaustivamente las violaciones al proceso electoral perpetradas” por organismos del Estado que “están al servicio del Ejecutivo”.

A la vez, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) sostuvo que el CNE, “haciendo caso omiso de los llamados realizados desde diversas instancias nacionales e internacionales”, actuó “una vez más como un árbitro parcializado, al servicio del partido oficial”.