La publicación financiera Market Oracle publicó recientemente un pronóstico de Graham Summers, en el sentido de que “el sistema bancario de la Unión Europea (UE) va a estallar” en este año 2016. Summers señala que todo el sistema bancario de la City de Londres y el resto de Europa, que se sostiene con tasas de interés negativas y con una emisión cuantitativa (EC) de dinero en expansión que realiza el Banco Central Europeo (BCE), tiene ahora un apalancamiento (usar endeudamiento para financiar una operación) de 26:1, que compite con el que tenían los bancos de Wall Street a finales del 2007.

Agrega que “con la nueva política ahora obligatoria de resolución bancaria mediante los rescates internos, van a saquear hasta las vidas de las poblaciones europeas para que paguen el costo de ese derrumbe”.

Summers agrega esto al sistema financiero de Japón, que está “insolvente». «El país no tiene otra alternativa más que seguir adelante con la emisión cuantitativa, o si no se estrellaría en cuestión de meses. Sin embargo, ahora que el Banco de Japón ha monetizado todas las emisiones de deuda del país, la pregunta que surge es, ¿qué más puede comprar?”.

Grado especulativo

Pero Market Oracle deja por fuera el sistema financiero de Estados Unidos. No obstante, la agencia calificadora de deuda Standard & Poor acaba de informar que la porción de deuda de “alto rendimiento” o “deuda chatarra” en el sistema financiero de Estados Unidos que está bajo estrés —es decir, morosa— alcanzó un máximo de 24.5% en diciembre, el nivel más alto desde finales del 2008.

S&P califica este sector de deuda como “con grado especulativo”, lo que significa que son en su mayoría bonos chatarra o préstamos apalancados. El sector gasífero y petrolero representa alrededor del 30% de las emisiones de deuda de alto rendimiento en problemas, cuya deuda se elevó desde 180 mil millones a 233 mil millones de dólares en un mes, de noviembre a diciembre. Los resultados de S&P se publicaron en Oil and Gas Weekly el pasado 2 de enero.

La burbuja de la deuda chatarra de EU ha alcanzado los 3.6 billones de dólares, según la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) con un crecimiento del 20% en el 2015 (750 mil millones). Estos son 1.5 billones en bonos (chatarra) sin ningún grado de inversión, 1.9 billones en préstamos apalancados, y 250 mil millones en obligaciones de deuda garantizadas. Y la tasa de interés de estos 3.6 billones se ha disparado de un rango del 9.8% (bonos BB y préstamos apalancados) al 18% (bonos chatarra con calificación CCC), lo cual hace casi imposible de refinanciar o pagar los intereses y el principal. En contraste, en el 2007 la burbuja de la deuda hipotecaria de alto riesgo alcanzó un total de 1.4 billones en valores respaldados por hipotecas (MBS, por sus siglas en inglés). Antes del crac bancario del 2008, las tasas de morosidad en las hipotecas de alto riesgo, nunca llegaron a estar por encima del 25%.

Equivalentes transables

El Financial Times agrega en un comentario del 30 de diciembre último, que la cuestión es “el veneno de los derivados: El desplome de la deuda en bienes básicos se ve exacerbado por la creciente financiarización, mediante lo cual se convierte a los bienes en equivalentes transables. Se monetizaron los flujos de efectivo de las ventas a futuro para conseguir enormes cantidades de deuda para financiar la expansión. El valor colateral de los bienes básicos respaldó la expansión en los préstamos y la comercialización. Los derivados posibilitaron que nuevos participantes, diferentes a los consumidores y productores, pudieran invertir y comerciar en base a las expectativas de precio de las mercancías”, dice por último el Financial.