Los líderes de diversas confesiones religiosas alzaron en conjunto sus voces a través de una declaración pública para reflexionar acerca del estado de inseguridad social que ha cundido los últimos meses en el país sudamericano y que tiene a gran parte de la población local bajo temor permanente y creciente tensión, según dan cuenta los medios de comunicación nacionales.

El texto, que se propone como un aporte a la paz y al desarrollo armónico de la convivencia nacional, fue firmado por monseñor Fernando Chomali Garib, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, junto a los máximos representantes en el país de las iglesias ortodoxa, anglicana, evangélicas y pentecostales, además de líderes de las comunidades judía y musulmana.

El documento realiza un análisis del panorama social, marcado por el deterioro progresivo de las relaciones cívicas que, como consecuencia, dificulta el diálogo y reduce la capacidad de encontrar soluciones a los múltiples problemas que golpean a la nación. Entre estos, detalla la declaración, uno de los más urgentes es el “grave problema de la inseguridad”, dado el aumento ostensible de homicidios. “El desprecio por la vida, el atropello a la propiedad privada y a las leyes se ha convertido en algo habitual. La expansión de la droga y la presencia del crimen organizado, no conocido en Chile, está destruyendo los elementos esenciales de la vida ciudadana y en particular nuestros barrios, familias y nuestra juventud”, alerta el texto.

Los firmantes también denuncian “los innumerables casos de corrupción que han afectado de manera transversal a diversas instancias públicas y privadas, con escándalo de los ciudadanos, por el mal ejemplo y la deshonestidad, precisamente de aquellos que tienen un particular compromiso con el bien común”.