Los partidos unionista (DUP) y republicano de Irlanda del Norte llegaron a un acuerdo este jueves que permitirá mantener la gobernabilidad compartida, evitando una nueva crisis política en esta región británica sacudida por las tensiones pos-Brexit.

El acuerdo entre el Partido Unionista Democrático (DUP) y el Sinn Fein, principales formaciones norirlandesas, se produjo poco después de la medianoche tras intensas conversaciones dirigidas por el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis.

Este «permitirá al gobierno volver a centrarse en las cuestiones que realmente importan a los norirlandeses, como la atención sanitaria, la vivienda, la educación y el empleo», afirmó.

El lunes, la dirigente unionista Arlene Foster presentó su dimisión formal como ministra principal y será reemplazada por Paul Givan para dirigir el Ejecutivo de Belfast, en el que su socio principal es el nacionalista Sinn Fein.

Givan, de 39 años, un protestante fundamentalista, será nombrado este jueves primer ministro del gobierno regional.

Por su parte, la republicana Michelle O’Neill, de 44 años, se sucederá a sí misma como vice primera ministra.

Ambos partidos estaban bloqueados en torno a un proyecto de legislación regional para poner la lengua irlandesa en pie de igualdad con el inglés, que el Sinn Fein acusaba al unionista DUP de querer impedir.

El bloqueo fue roto por el compromiso del Gobierno británico de legislar este otoño (boreal) al respecto si para entonces no se ha hecho a nivel regional.

Las desavenencias entre ambos partidos, que por el acuerdo de paz de 1998 deben compartir el poder, habían mantenido a Irlanda del Norte sin ejecutivo ni parlamento regionales de 2017 a 2020.

Un acuerdo alcanzado en enero de 2020 restauró las instituciones políticas norirlandesas.

Pero en abril, la primera ministra y líder del DUP, de Arlene Foster, anunció su dimisión a ambos cargos ante el fuerte descontento en su campo por las consecuencias del Brexit, que están en el centro de un fuerte conflicto entre el Gobierno británico y la Unión Europea, recordó la agencia de noticias AFP.

Denunciando un enfoque «purista» por parte de la UE, Londres pretende una aplicación más laxa del acuerdo de Brexit en Irlanda del Norte, mientras que Bruselas le pide que respete los compromisos firmados.