El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) alertó, este sábado, que las vidas de más de un millón de niños en la Franja de Gaza «penden de un hilo» por «el colapso casi total de los servicios médicos«, en medio de los llamados a Israel a proteger a los civiles y evitar los ataques a hospitales en su ofensiva contra el movimiento islamista palestino Hamas.

En un comunicado detallaron que la atención en los hospitales pediátricos Al Rantisi y Al Nasr «prácticamente cesaron» y «solo un pequeño generador suministra energía a las unidades de cuidados intensivos y cuidados intensivos neonatales».

Este triste panorama ha generado un colapso casi total. «Los ataques a los servicios médicos y sanitarios en toda Gaza, en particular en las zonas del norte, amenazan la vida de todos los niños de la Franja«, indicó la agencia.

«Se informa de intensos ataques y hostilidades cerca del hospital Al Rantisi, donde, según los informes, hay niños en diálisis y en cuidados intensivos. Además, se está negando el derecho de los niños a la vida y a la salud», declaró Adele Khodr, directora regional de Unicef para Medio Oriente y el Norte de África.

La protección de los hospitales y la entrega de suministros médicos vitales es una obligación según las leyes de la guerra, «y ambas cosas son necesarias ahora», reclamó.

Khodr afirmó que las vidas de «los niños de Gaza penden de un hilo, sobre todo en el norte«. Agregando que estos mismos niños «no tienen adónde ir y corren un riesgo extremo».

«Pedimos que cesen de inmediato los ataques contra las instalaciones sanitarias y que se suministre urgentemente combustible y material médico a los hospitales de toda Gaza, incluido el norte de la Franja», instó.

En su comunicado, Unicef describió que las instalaciones médicas de las zonas central y meridional de la Franja de Gaza están «desbordadas por el tratamiento de heridos» y además «tienen que hacer frente al tratamiento de las necesidades de una afluencia de cientos de miles de personas en espacios aún más densamente poblados».

«Más de 1,5 millones de desplazados, entre ellos 700.000 niños, luchan ahora por acceder al agua potable y viven en pésimas condiciones de saneamiento. El riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y de otro tipo aumenta día a día y amenaza especialmente a los niños», explicó la agencia de la ONU.

Los ataques de Israel han dejado más de 11.000 muertos, entre ellos unos 4.500 niños, de acuerdo con el movimiento que gobierna en la Franja de Gaza.