Foto: 1 de agosto en Jerusalén. Menahem Kahana / AFP

 

Por undécimo sábado consecutivo, y en medio de una ola de calor en Israel, miles de israelíes pidieron la dimisión del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que está procesado por corrupción y que no consigue parar la segunda ola de coronavirus que afecta con fuerza al país.

Como ocurre cada sábado desde el 27 de junio, los manifestantes se concentraron en puentes e intersecciones de Israel y la más concurrida tuvo lugar en Jerusalén, frente a la residencia oficial de Netanyahu.

Otros cientos de ciudadanos se congregaron para protestar frente a la residencia privada del primer ministro, en la ciudad costera de Cesárea, reportó la agencia EFE.

El país pasa por su momento más crítico de la segunda ola de la Covid-19, que ya lleva dos meses y con máximos diarios esta semana, por lo que se confinarán treinta comunidades israelíes a partir del lunes, mientras el Gobierno estudia un cierre nacional si no remite la curva de contagios.

En las marchas, se acusa además a Netanyahu de «corrupto» por su procesamiento, en el que está siendo juzgado por delitos de fraude, cohecho y abuso de confianza, lema del movimiento antigubernamental conocido como Bandera Negra que inició estas manifestaciones en marzo y que han crecido cada semana hasta transformarse en una constante todos los sábados.

El primer ministro israelí considera que están organizadas están alentadas por la «izquierda anarquista» y por los medios de comunicación.

Sin embargo, cada semana se han unido más ciudadanos afectados por la crisis económica relacionada con la pandemia, principalmente jóvenes que según las encuestas muestran una mayor desafección por el liderazgo de Netanyahu.

Desde el inicio, se han producido altercados con la policía israelí y los manifestantes han denunciado ataques de simpatizantes del primer ministro, posteriormente detenidos por las fuerzas de seguridad.

El pasado sábado se registró una de las protestas más concurridas, con unos 20.000 participantes en Jerusalén, y durante la jornada continuaron con una alta tensión con la policía.