Por Nanci O´Brien

Hace pocos días una ONG estadounidense dedicada a temas concernientes al cumplimiento de la ley y a la educación del público, dio a conocer un frondoso informe en el que se detalla cómo el magnate George Soros, durante una década, financió una compleja red de organizaciones, asesores y campañas publicitarias con el fin de promover fiscales progresistas afines a su agenda ideológica en los distritos más importantes de Estados Unidos.

La ONG Law Enforcement Legal Defense Fund (LELDF) en un informe denominado “Justice for Sale” (justicia a la venta, https://www.policedefense.org/leldf-justice-for-sale/,) expone cómo muchos de los actuales fiscales de distrito pudieron acceder a los cargos sin tener experiencia previa en casos penales.

El informe es el resultado de una minuciosa investigación en la que “se siguió el dinero” y culminó con la publicación de un trabajo de 17 páginas en el que se establece en detalle cómo (después de un prolijo trabajo de pulido de calificaciones legales) al menos unos 75 fiscales fueron ubicados – en una mitad decenas de las ciudades más pobladas del país.

Ya por agosto del 2016, Político reflejó el avance de Soros en la nota “George Soros´s quiet overhaul of the U.S. justice system”, (La renovación silenciosa por parte George Soros del sistema de justicia de los Estados Unidos, www.politico.com/story/2016/08/george-soros-criminal-justice-reform-227519), donde se mencionaba que Soros había inyectado más de $ 3 millones en siete campañas de fiscales de distrito locales en seis estados durante el 2015.

En la última década Soros destinó más de 40 millones en campañas directas, dinero que inyectó a través de un intrincado laberinto de organizaciones ficticias, filiales y comités, algo que le permitió posicionar una nueva casta exclusiva de fiscales progresistas.