La primera jornada de protestas del año en Colombia comenzó este martes con paros en el transporte público y disturbios en Bogotá, que colapsaron la movilidad en varias zonas de la capital, mientras en otras ciudades se preparan para realizar actos en rechazo a la violencia y a las políticas del Gobierno.

En el populoso sector de Suba, en el noroeste capitalino, se reportaron a primera hora bloqueos a estaciones del Transmilenio (el sistema masivo de transporte público) y enfrentamientos de manifestantes con la Policía en la avenida principal, donde encapuchados atravesaron contenedores de basura para impedir la movilidad.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó en Twitter que ante los bloqueos en Suba y en Fontibón, en el occidente de la ciudad, los «gestores de convivencia», que forman parte del nuevo protocolo para afrontar las protestas, trataron de dialogar con los manifestantes, aunque finalmente debió intervenir el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, informó la agencia de noticias EFE.

«Secretaria de Seguridad y Policía tuvieron que intervenir puntualmente para reabrir flujo de vía que se irá normalizando», afirmó López sobre la situación en Suba, donde persisten los bloqueos, que han impedido a miles de ciudadanos llegar a sus lugares de trabajo.

Trabajadores, estudiantes, indígenas y activistas anunciaron para este martes un cacerolazo en rechazo al asesinato de líderes sociales, los abusos de la fuerza pública y las políticas sociales del Gobierno, entre otras demandas.

La protesta de este 21 de enero, la primera del año después de las masivas manifestaciones de noviembre y diciembre contra las medidas sociales y económicas del Gobierno de Iván Duque, fue convocada por el Comité Nacional de Paro bajo el lema «defensa de la vida».

El motivo central de la movilización, de acuerdo a sus convocantes, es el repunte de la violencia en varias regiones del país, donde en las tres semanas que van de año han sido asesinados alrededor de veinte líderes sociales, en promedio uno diario.

Al cacerolazo se unirán distintos sectores para recordar sus reclamos sociales y económicos, como el rechazo a la recién aprobada reforma tributaria, además de repudiar las interceptaciones ilegales del Ejército a políticos, magistrados y periodistas.

La movilización se produce también en rechazo al Esmad, causante de la muerte del joven Dilan Cruz, de 18 años, quien falleció el pasado 25 de noviembre en Bogotá a raíz de las heridas sufridas en la cabeza por un proyectil disparado por un miembro de ese cuerpo policial.

La alcaldesa López, en el cargo desde el 1 de enero, presentó la semana pasada un nuevo protocolo de seguridad para las protestas, en el que reafirma que el Esmad será la última instancia en intervenir para evitar situaciones como la de Dilan Cruz.

Según las autoridades, para hoy se planean dos grandes marchas y 11 protestas en diferentes puntos de Bogotá, como el Parque Nacional y el Parque de Los Hippies.

Las manifestaciones se extenderán por las principales ciudades del país, como Medellín, Cali y Bucaramanga, donde también se anunciaron marchas y plantones.