La religiosa nigeriana Veronica Openibo reclamó hoy en el Vaticano que la Iglesia sea «más directa, transparente y valiente» en la lucha contra los abusos sexuales y aseguró que «está en juego la credibilidad» de la institución, al inaugurar la tercera jornada de trabajo de la cumbre anti-pedofilia convocada por el papa Francisco.

«No escondamos más semejantes hechos por miedo a equivocarse. A menudo queremos estar tranquilos hasta que la tempestad se haya calmado. Esa tempestad no pasará. Está en juego nuestra credibilidad», aseveró Openibo, la religiosa africana encargada de abrir los discursos de este sábado.

«La pregunta hoy tiene que ver más con cómo afrontar la cuestión de los abusos sexuales sobre los menores en modo más directo, transparente y valiente como Iglesia», planteó.

Pese a que el eje de este tercer día es la «transparencia», la reunión se da mientras el Vaticano sigue sin hacer públicas las cifras de denuncias y procedimientos canónicos sobre pedofilia que encabeza la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En ese marco, según datos extraoficiales divulgados hoy por el semanario L’Espresso, desde la entronización de Jorge Bergoglio en 2013 llegaron a la Santa Sede cerca de 2.200 nuevas denuncias sobre obispos de todo el mundo, a un promedio de poco más de una por día.

En su discurso, la religiosa africana planteó que «el primer paso hacia la transparencia es admitir las violaciones y después hacer público lo que se ha hecho desde los tiempos del Papa Juan Pablo II para sanar la situación».  «Quizás a los ojos de muchos no bastará, pero demostrará que la Iglesia no se ha quedado en total silencio», agregó, en lo que pareció una referencia al descontento de las asociaciones de víctimas que se reúnen de forma paralela en Roma y que han reclamado «más acciones y menos palabras» al Vaticano.

«La estructura y los sistemas jerárquicos en la Iglesia deberían ser una bendición para permitirnos llegar al mundo entero con mecanismos muy claros para afrontar esta y tantas otras cuestiones», reclamó la monja de la Sociedad del Santo Niño Jesús.
«Debemos construir procesos más eficaces y eficientes, basados en la búsqueda del desarrollo humano como también del derecho civil y canónico, para la Tutela de los Menores», agregó Openibo.

«Debe existir una gestión mejor de los casos a través de conversaciones cara a cara, transparentes y valientes tanto con las víctimas como con los culpables, como también con los grupos de investigación», reclamó la monja.
«Está emergiendo claramente que para muchas víctimas ser escuchadas y ayudadas psicológica y espiritualmente ha sido el inicio del proceso de curación», reconoció Openibo

«La Iglesia, en la misión que ha recibido de Jesucristo, debe estar abierta a una mayor transparencia, ya que nos mandan en el mundo local y globalmente», finalizó.

Una propuesta histórica

El cardenal alemán Reinhard Marx propuso hoy en el Vaticano «redefinir el secreto pontificio», como forma de garantizar más «transparencia» en los procesos canónicos contra los sacerdotes acusados de abusos sexuales.

«Es necesario redefinir la confidencialidad y el secreto, y hacer una distinción con respecto a la protección de los datos. Si fracasamos, perderemos la oportunidad de mantener un nivel de autodeterminación sobre la información o nos expondremos a la sospecha del encubrimiento», propuso Marx al dar su discurso en la tercera jornada de la cumbre anti-abusos convocada por el papa Francisco hasta mañana..

Junto a la medida para cambiar las normativas que regulan el secretismo de las disposiciones pontificias, el purpurado alemán propuso también «la comunicación al público del número de los casos y de los detalles relativos en la medida de los posible». El Vaticano, hasta esta cumbre, ha mantenido un férreo silencio sobre ese tipo de estadísticas.

La tercera jornada de la cumbre de la que participan 190 delegados de todo el mundo, incluido el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, gira este sábado en torno a la «transparencia» frente a los casos de abusos, tras haber tratado la «credibilidad» y la «rendición de cuentas» en los primeros dos días.

«Los principios de presunción de inocencia y protección de los derechos personales y la necesidad de transparencia no se excluyen mutuamente», agregó Marx este sábado.  «De hecho, es precisamente lo contrario. Por un lado, un procedimiento transparente, regulado de manera clara y definida, garantiza que se den los pasos correctos antes de que aquellos que deben pronunciar la sentencia lo hagan», planteó el también miembro del comité asesor del Papa para al reforma de la Curia conocido como C6.

«Es el mejor mecanismo de seguridad contra los prejuicios o juicios falsos sobre la cuestión», justificó la propuesta.  Además, Marx aseveró que «un procedimiento público y claramente definido establece un grado de credibilidad que permite rehabilitar la reputación de una persona acusada falsamente, que de lo contrario estaría expuesta a rumores si las investigaciones no fueran adecuadas, transparentes o concluyentes». «Transparencia no significa aceptación acrítica y difusión no regulada de noticias de acusaciones de abuso», planteó.

«El fin es un proceso transparente que aclare y especifique las acusaciones, y que siga los estándares generalmente aceptados con respecto a cuándo y cómo el público, las autoridades y la Curia romana deben ser informados», enmarcó su pedido.

«Estos procedimientos estándar harán entender con claridad que no es la transparencia lo que daña a la Iglesia, sino los actos de abuso cometidos, la falta de transparencia o el encubrimiento consiguiente», finalizó.