La jueza Ekaterini Sakelaropulu juró este viernes como presidenta de Grecia y se convirtió en la primera mujer que asume la jefatura de Estado, en una ceremonia histórica que se vio empequeñecida por la amenaza del coronavirus.

A su llegada al Parlamento fue recibida por el primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, y el presidente del Parlamento, Konstantinos Tasulas, quienes la acompañaron hasta el hemiciclo.

Allí se celebró la ceremonia de toma de posesión, dirigida por el arzobispo de Atenas, donde los invitados se sentaron manteniendo una distancia de un metro entre ellos por cuestiones protocolares relacionadas con la enfermedad.

Esta ocasión histórica para el Parlamento heleno, en el que las mujeres están subrepresentadas, se vio ensombrecida por las medidas para evitar la propagación del coronavirus, que ya ha contagiado a 117 personas en Grecia.

Hija de un juez de la Corte Suprema, Sakellaropoulou completó estudios de posgrado en la universidad de la Sorbona de París. La jueza ya había roto el molde cuando fue elevada como la primera mujer al timón de la corte más alta del país en octubre de 2018.

Grecia tiene pésimos índices en desigualdad en relación al acceso al poder. En su Parlamento menos de un cuarto de los escaños están ocupados por diputadas.

Aunque tradicionalmente acuden a la ceremonia unas 1.000 personas, este viernes fueron invitadas sólo unas 150: ministros, líderes de los partidos políticos, portavoces de los grupos parlamentarios y miembros de la mesa del parlamento.

Incluso la presencia de líderes religiosos y periodistas se vio reducida, consignó la agencia de noticias EFE.

Grecia ha tomado medidas drásticas contra el coronavirus, como el cierre de todos los centros educativos, cines, teatros, gimnasios, clubes nocturnos y la reducción de la actividad de los tribunales.