Una joven denunció hoy al recientemente reelecto presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, luego de asegurar que fue víctima de abuso sexual del mandatario desde los 15 años. 

«Soy víctima de Daniel Ortega», aseguró por teléfono Elvia Junieth, de 28 años, quien agregó que es la «injusticia» lo que la impulsa a romper el silencio, en medio de una conferencia de prensa que ofrecían cuatro de sus ocho hermanos en Miami para denunciar el caso.

«Tengo la misma situación que tiene mi hermano. Él está preso en una cárcel y yo en una casa», manifestó la mujer nicaragüense, quien aseguró no tener ya «relación» con Ortega y ser madre de una niña de 5 años y un bebé de 11 meses.

La llamada telefónica de Elvia Junieth fue realizada luego de que su hermana Martha dijera en la conferencia de prensa que ella está «despertando» y quería hablar de lo que sucedió, aunque está «aterrorizada».

Martha, Sujey, César y Byron Flores Castillo, que están radicados en Miami, comparecieron ante la prensa para dar a conocer la situación de Elvia Junieth y de Santos Sebastián Flores Castillo, quien según dijeron fue encarcelado «injustamente» por haber defendido a su hermana, informó la agencia de noticias EFE. 

Sujey Flores, que dijo ser de una familia de ideología sandinista, añadió que este caso «enluta» a su familia desde hace más de diez años y es la causa de que cuatro de los nueve hermanos hayan buscado «refugio» en Estados Unidos.

«¿Qué tipo de presidente puede ser este con estas aberraciones?», se preguntó Sujey después de señalar que Ortega le imputó a Santos Sebastián Flores Castillo «un supuesto delito» por haber denunciado en Nicaragua lo que ellos supieron por boca de Elvia Junieth.

Según Sujey Flores, ella y su hermano Santos presentaron denuncia verbal ante organismos de derechos humanos cuando se enteraron por Elvia Junieth que «Ortega la tocaba y habían tenido relaciones».

«Toda la familia hemos sido víctimas de chantaje. Todos hemos sido víctimas de encarcelamientos arbitrarios, secuestros, desalojos y confiscaciones de bienes», remarcó el hermano de la joven abusada. 

Los hermanos dijeron haber denunciado «hasta la saciedad» lo que contaron hoy ante la prensa en Miami, pero aseguraron no haber tenido respuestas consistentes. 

Su mayor preocupación es por la situación de Santos Sebastián Flores, al que dijeron que «están matando lentamente», con «un trato inhumano» y sin derecho a visitas ni a salir al patio.

Los hermanos Flores Castillo responsabilizaron a Ortega y a su esposa, Rosario Murillo, de lo que les pueda pasar y pidieron que «cese el abuso de poder en contra de nuestra familia».

Al inicio de la conferencia de prensa el dirigente del exilio cubano Ramón Saúl Sánchez subrayó que no se trata de un caso «político» sino «humanitario» y pidió al presidente Ortega que «libere» tanto al hermano encarcelado como a Elvia Yunieth.

La madre de los hermanos Flores ya había realizado las mismas denuncias en 2015 en una entrevista publicada en el Diario Las Américas de Miami.

El pasado 10 de octubre el comandante sandinista Daniel Ortega comenzó su cuarto mandato de gobierno tras 10 años continuos en el poder, en el que es acompañado por su esposa Rosario Murillo en el cargo de vicepresidenta.

El político de 71 años fue presidente de 1985-1990 tras el triunfo de la revolución sandinista contra el dictador Anastasio Somoza, retornó al poder en 2007, fue reelegido en 2011 y el pasado 6 de noviembre declarado ganador en comicios sin observadores internacionales y de los que se excluyó al principal candidato de la oposición. 

Nacido en una familia de escasos recursos en la provincia de Chontales, centro del país, combatió en la década de 1960 al régimen de Somoza (1945-1979) como parte de las guerrillas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). 

Ortega no participó en las operaciones guerrilleras más importantes, pues estuvo preso siete años y luego exiliado. Tras la caída de Somoza en 1979, dio inicio a su carrera política, al ser nombrado miembro de la llamada Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y poco después coordinador de la misma. 

El mandatario, que ganó su primera elección en 1984, logró apartar a sus antiguos compañeros de la dirección del FSLN porque «no tolera que alguien le haga sombra», declaró recientemente Henry Ruiz, uno de los nueve comandantes de la revolución y disidente del sandinismo.

Hoy en día sigue siendo la figura más visible del FSLN y «líder indiscutible» del sandinismo, según subrayan dirigentes sindicales y sus aliados en la empresa privada. 

Si bien el slogan oficial define a Nicaragua como una nación «cristiana, socialista y solidaria», la oposición acusa al mandatario de dirigir un sistema económico capitalista y de desviar a cuentas bancarias privadas millonarias sumas de dinero, especialmente de la cada día menos abundante cooperación venezolana.