Una huelga de trabajadores de los transportes públicos de la mayoría de las ciudades alemanas paralizó este viernes colectivos, subtes y tranvías, en una nueva medida de fuerza que sacude la primera economía europea.

«En todas las grandes ciudades alemanas, excepto en Baviera, el 100 % de los transportes públicos están paralizados», dijo a la agencia de noticias AFP Andreas Schackert, un responsable del sindicato Verdi, sin dar el número de participantes en la huelga.

El sindicato instó a «90.000 asalariados» de más de 130 empresas locales a que mantuvieran una jornada de huelga este viernes.

En Berlín, el transporte se reanudó a media mañana, mientras los trenes de larga distancia y regionales, operados por Deutsche Bahn, no se vieron afectados por la medida.

Los sindicatos reclaman «condiciones de trabajo más atractivas», puesto que el sector registra una falta de personal, declaró Christine Behle, vicepresidenta adjunta de Verdi.

Entre las medidas que exigen figuran «una reducción del tiempo de trabajo semanal, con una compensación salarial completa» y «una semana de 35 horas» para los trabajadores del sector pero las empresas rechazan estas reivindicaciones.

Alemania ha visto multiplicarse los conflictos laborales, en un contexto de deterioro del poder adquisitivo debido a la inflación.

Varios aeropuertos alemanes quedaron paralizados el jueves por un paro del personal de seguridad y la semana pasada, los conductores de tren de la empresa pública Deutsche Bahn mantuvieron varios días de huelga.

El próximo cese laboral podría afectar a la compañía aérea Lufthansa, anticiparon los gremios.