A sólo horas de que Manhattan se convierta en un gran operativo de seguridad por la llegada de decenas de líderes del mundo para la Asamblea General de la ONU de esta semana, una explosión sacudió Nueva York y desató una ola de miedo y malos recuerdos, hasta que las autoridades descartaron hoy que fuera un atentado «terrorista internacional».

El jefe de la Policía de Nueva York, James O’Neill, informó esta tarde que «hasta ahora nadie reivindicó todavía su responsabilidad en la explosión», pero aclaró que no se descartaba ninguna hipótesis sobre «quién y por qué» colocó el dispositivo que explotó anoche en el corazón de Manhattan.

Aún cuando todavía no estaba claro qué sucedió, lo único que se sabía con certeza es que 29 personas resultaron heridas anoche por una explosión de gran intensidad en el coqueto barrio de Chelsea, justo cuando sus habitantes y los de los distritos vecinos comenzaban a disfrutar de la vida nocturna. Todas las víctimas ya fueron dadas de alta.

Tanto el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, como el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, dijeron que aún no se podía hablar de una vinculación con organizaciones internacionales consideradas por Estados Unidos como terroristas. Sin embargo, De Blasio advirtió que se trató de un «acto deliberado» y un «incidente muy grave».

«Lo que sabemos hasta ahora es que fue algo intencionado, que fue un acto violento y que fue un acto criminal organizado, pero lo que no sabemos todavía es si existe alguna conexión internacional», sostuvo De Blasio.

Cuomo fue aun más lejos y afirmó: «Todavía no hay evidencias que lo vinculen con el terrorismo internacional, pero una bomba que explota en Nueva York obviamente que es un acto de terrorismo».

En una conferencia de prensa, el gobernador prometió que «van a encontrar» a los responsables y serán juzgados.

La tensión por la explosión en Nueva York se magnificó aun más cuando la agencia de noticias vinculada a la milicia radical Estado Islámico (EI) reivindicó hoy al hombre que ayer acuchilló e hirió a ocho personas en un centro comercial de una pequeña localidad en Minesota, en el extremo norte del país.

Un hombre vestido con el uniforme de una empresa de seguridad privada entró a un centro comercial de St. Cloud, a unos 100 kilómetros al noroeste de Mineapolis, la principal ciudad del estado de Minesota. Lo primero que hizo fue invocar a Alá y después comenzó a acuchillar a sus víctimas. Antes de atacarlas, les preguntaba si eran musulmanas, según contó el jefe de la fuerza local, Blair Anderson, en una conferencia de prensa.

Ante la preocupación que los dos ataques provocaron, el jefe de la Policía neoyorquina, O’Neill, aclaró que por ahora no tenían evidencia de la que sugiera que ambos episodios están vinculados.

Pese a las palabras de cautela de la mayoría de las autoridades de Nueva York, la escena de anoche recordaba los momentos más oscuros que vivió Manhattan en septiembre de 2001, hace 15 años, cuando Estados Unidos sufrió el peor atentado de su historia.

Ya habían pasado varias horas de la explosión y la policía continuaba reforzando la seguridad en la zona, seguían sonando las sirenas y los helicópteros de las fuerzas de seguridad sobrevolaban la ciudad.

De Blasio anunció de inmediato que puso a «todos los departamentos» de seguridad de Nueva York a trabajar para saber qué sucedió y dar mayor seguridad.

«No tenemos evidencia en este punto de un conexión terrorista», dijo el alcalde a la prensa internacional, entre ellos Télam.

Sin embargo, fue tajante al aclarar que la explosión y el descubrimiento de un segundo aparato explosivo no implicaban una amenaza «creíble» para la ciudad de Nueva York, que a partir de mañana recibirá a 153 líderes de todo el mundo y sus comitivas, entre ellas la que encabeza el presidente Mauricio Macri, para la apertura de sesiones de la 71ra. Asamblea General de las Naciones Unidas.

O’Neill descartó además que la explosión de anoche haya tenido relación con otra que esta mañana se produjo en Seaside Park, en Nueva Jersey, justo cuando estaba por comenzar una carrera para juntar fondos para los marines.

La explosión en Nueva Jersey no dejó ningún herido gracias a que aún no había comenzado a llegar la gente a este evento de la comunidad, pero por precaución se evacuaron las cuatro manzanas que rodean el parque.

Poco después de la explosión de anoche en la calle 23, en Chelsea, otro artefacto fue encontrado en la calle 27 entre las avenidas 6th y 7th, donde también la policía cortó los accesos, y llegaron los bomberos y otras fuerzas de seguridad.

Foto: Victoria Egurza

Una explosión de causa desconocida provoca 29 heridos en Nueva York