La jornada de masivas movilizaciones en Colombia al cumplirse un mes de paro nacional se vio salpicada por hechos de violencia, los más graves en Cali y sus alrededores, donde se registraron cuatro muertos, lo que amenaza con alejar aún más la chance de un diálogo entre los sectores convocantes y el Gobierno, de por sí trabados en las garantías para marchar y la existencia de bloqueos.

Enfrentamientos e incendios en estaciones de transporte MIO en Cali, un muerto en un municipio vecino, un incendio en la alcaldía de Popayán y severos choques en Madrid –a unos 20 kilómetros de Bogotá- dieron la nota de violencia en un día de movilizaciones fuertes, mientras la chance de un inicio de debate sobre el pliego de demandas de quienes protestan parece alejarse.

Es que el preacuerdo de garantías sobre las movilizaciones, de los que las dos partes cruzaron ya varios borradores, siempre parece cerca pero no termina de cerrarse: el Comité Nacional del Paro (CNP) insiste en garantizar el cese de la represión y el Ejecutivo exige el levantamiento de los bloqueos y cortes de rutas y calles.

«No se trata de tener corredores; pedimos desbloqueo completo de vías. Esa es la posición del Gobierno», afirmó el consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, principal negociador del Gobierno.

Remarcó que desde el 17 de mayo se le pide al CNP que “tuviera en cuenta este aspecto, así que este requerimiento no es nuevo”.

“Insistimos en que ese componente quede incorporado dentro del texto a ser acordado. Algunos miembros del Comité del Paro han insistido en promover de manera exclusiva la figura de los corredores, sin condenar los bloqueos. Para el Gobierno nacional ese punto no es negociable”, reiteró Archila.

El intento de diálogo está trabado en este punto y recién después de acordar estas garantías se supone que comenzará el debate puntual sobre el pliego de demandas del CNP, resumidas en 7 puntos, entre ellos la intervención del Estado al sistema de salud y la regularización de los trabajadores de ese sector, una renta básica para personas vulnerables y la defensa de la producción nacional.

Justamente la resistencia a los bloqueos parecen haber motivado las muertes de hoy, según las versiones de medios del Cauca, el departamento donde se encuentra Cali: primero en Candelaria, en su zona metropolitana, hubo disparos contra jóvenes que sostenían un corte de autopista y murió uno de ellos; después, en el centro de Cali otra discusión generó también un ataque contra los manifestantes con dos nuevas víctimas.

En este caso, la particularidad fue que otros varios de los que protestaban corrieron al agresor y lo lincharon. Se trataba de un militar integrante del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General.

La gravedad de la situación obligó al presidente Iván Duque a viajar a última hora del día a la misma Cali, para encabezar allí una reunión del Consejo de Seguridad. Se trata de la tercera visita del mandatario a la ciudad, también en los dos casos anteriores porque la violencia había recrudecido en la zona en medio del paro.

En Cali hubo otros incidentes, porque la terminal Andrés Sanín del transporte MIO fue incendiada, igual que algunas otras estaciones, una moto y un colectivo público, y algunas señales de tránsito y semáforos vandalizados, aunque ninguno de estos hechos aparece vinculado a las fuertes marchas.

El sitio del diario El Nuevo Siglo informó de la captura de 6 hombres y una mujer que llevaban en un auto tres armas, bidones de nafta, gasas y otros insumos para fabricar bombas caseras.

La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, decretó el toque de queda desde las 19 (21 de Argentina) hasta las 5 (7 de Argentina).

En Madrid, una suerte de municipio “dormitorio” de Bogotá, la Policía reprimió con gases a quienes bloqueaban calles y aunque lograron despejar algunos cortes, los choques se sucedieron en otras áreas. La zona tiene su propio reclamo: quiere el esclarecimiento de la muerte de dos jóvenes asesinados en marchas anteriores.

Ajenos a estos hechos, miles de colombianos respondieron al llamado del CNP y otras organizaciones y volvieron a llenar calles, parques y plazas con manifestaciones diversas, aunque predominaron las caminatas.

En Cali misma, varias columnas confluyeron, como en otras jornadas, frente a la Universidad del Valle, en tanto en Bogotá las movilizaciones fueron más dispersas y se contaron al menos 20 puntos de concentraciones, aunque las más importantes se dieron en Los Héroes, Parque Nacional y Portal Américas.

Desde la madrugada hubo bloqueos en Cartagena, sobre todo en la zona industrial de Mamonal, y una marcha unió el barrio Mandela con la rotonda del colegio Imen, donde se realizó el concierto “Resistencia sonora”, mientras que en Medellín dos enormes marchas que salieron de extremos opuestos de la ciudad se unieron en el estadio Atanasio Girardot, donde se cerró también con un acto cultural.

Hubo también manifestaciones en Neiva (frente al monumento La Gaitana), Barranquilla (desde Plaza del Sol hasta el barrio Cevillar), Bucaramanga (otra vez desde el Parque Santander hasta la plaza Luis Galán) y Villavicencio (en el parque central, con acto cultural).

Las organizaciones defensoras de derechos humanos denuncian que hay más de 60 muertos por la represión desde el comienzo del paro y más de 700 heridos por lo que llaman “la acción desproporcionada” de la Policía y, sobre todo, del Escuadrón Antidisturbios (Esmad) y la Defensoría del Pueblo admitió hoy, en su informe oficial al mes del paro, que todavía quedan 123 personas desaparecidas.

La jornada coincidió con un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia que le ordenó al Gobierno que respete las protestas pacíficas como paso necesario para lograr un “Estado social de derecho, tolerante, armonioso, en desarrollo, respetuoso de la dignidad humana”.

Desde el surgimiento de las protestas –contra un proyecto de reforma tributaria ya retirado del Congreso- el presidente Duque debió cambiar a 4 ministros y al alto comisionado para la Paz.