Después de seis años de haberse votado el consumo legal de marihauana en Colorado, Estados Unidos, el fiscal Bob Troyer de ese distrito escribió una nota de opinión en el diario local Denver Post, en la que enumeró las consecuencias negativas que la medida trajo.

Tras afirmar que “ya es tiempo” de ponerle “un alto a la comercialización de la marihuana”, Troyer señaló: “En 2012 nos dijeron que Colorado lideraría a la nación en un gran experimento con marihuana comercializada. Seis años más tarde, con dos importantes informes de la industria recién publicados y la legislatura estatal y el Concejo Municipal de Denver a punto de considerar más medidas de expansión, es el momento perfecto para hacer una pausa y evaluar algunos resultados de ese experimento”.

Entre alguno de los cuestionamientos publicados en su columna, el fiscal aseguró que “ahora los jóvenes de Colorado consumen marihuana en una proporción 85% más alta que el porcentaje nacional” y que quienes sacan provecho de esta “industria de la adicción” venden “dispositivos para el consumo de marihuana para impedir ser detectados en las escuelas (como cigarrillos electrónicos que se ven como resaltadores o delineadores de ojos) y caramelos blandos de marihuana cada vez más potentes, supositorios de marihuana, y ‘cremas íntimas’ de marihuana”.

“Y ahora Colorado tiene un mercado negro en auge que explota nuestro sistema regulatorio permisivo, incluidos los productores de cárteles mexicanos para ese mercado negro que usan pesticidas que contaminan el suelo, las aguas y la vida silvestre de Colorado, explicó el funcionario quien apuntó más adelante que “la comercialización de marihuana ha llevado a Colorado a estos lugares.

Además, recalcó que “los accidentes de tránsito fatales, relacionados con el consumo de marihuana aumentaron en un 151 %.

Por otra parte, indicó que la promesa de un mejor control de la producción no se cumplió ya que “sólo el año pasado, la industria regulada produjo 6,4 toneladas métricas de marihuana no contabilizada, ya que se encontraron más de 80 mil matas de marihuana del mercado negro en tierras federales de Colorado”.

Después de especificar que “tampoco ha disminuido el consumo de alcohol ni de los opiáceos como prometieron que ocurriría”, expuso que en la revista médica británica The lancet, un estudio da cuenta de que “quienes consumen frecuentemente marihuana llegan a tener más dolores y es más probable que abusen de los opiáceos”.

Más adelante, comparó la “industria de la marihuana” con otras “industrias de la adicción” como las del tabaco, del alcohol y la de los opiáceos, a la que le adjudicó “sacar una enorme cantidad de sus ingresos de los grandes consumidores, así que procuran crear y mantener este mercado andando. En especial cuando los consumidores son jóvenes y sus cerebros son más vulnerables a la adicción”.

Finalmente, se preguntó y respondió: “¿Y han aumentado las ganancias del estado de Colorado? “No, porque no ha habido una ganancia neta: el impuesto al ingreso por la marihuana agrega menos de un 1% a las arcas de Colorado, lo cual queda más que arrasado por los gastos en la salud pública, seguridad pública, y los costos regulatorios de la comercialización”.