Por Guido Alberto Casanova

Tokio (AsiaNews/Agencias) – El camino para derrotar el Alzheimer todavía es largo, pero precisamente por eso cada pequeño progreso es un gran logro. Hace unos días, la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos aprobó el lecanemab, un fármaco que actúa contra la enfermedad neurodegenerativa ralentizando su progresión.

El lecanemab fue desarrollado por la compañía farmacéutica japonesa Eisai junto con su socio estadounidense Biogen y estará disponible a partir de este mes en el mercado estadounidense bajo el nombre de Leqembi.

Al respecto, Haruo Naito, CEO de Eisai, dijo que el objetivo de la empresa es presentar solicitudes lo antes posible en Japón, Europa y China. Idealmente, se espera que aprueben el producto en 2023.

Según los resultados de los ensayos clínicos presentados el pasado mes de septiembre por los fabricantes, el tratamiento ralentiza en un 27 % la progresión de la enfermedad. Esta cifra se obtuvo en base al Clinical Dementia Rating, una escala numérica que se utiliza para cuantificar la gravedad del daño que la enfermedad ha provocado en áreas como la memoria, la orientación, el juicio, la resolución de problemas y el cuidado personal.

El estudio realizado durante la fase 3 sobre los 1.800 pacientes que aceptaron el tratamiento experimental mostró que, si se administra durante las primeras etapas de la enfermedad, el lecanemab puede ralentizar el deterioro de las funciones cognitivas.

Cuando la FDA aprobó el medicamento dijo que era un «importante paso en la lucha contra el Alzheimer». Al contrario de otras opciones disponibles, el lecanemab no ataca los síntomas de la enfermedad, sino que actúa contra sus causas.

El principio en el que se basa el medicamento elaborado por Eisai y Biogen es precisamente eliminar los depósitos de la proteína beta-amiloide, cuya acumulación en los tejidos cerebrales estaría relacionada con el avance de la enfermedad.

Sin embargo, no todos están convencidos de la solución. El Alzheimer es una enfermedad extremadamente compleja y «es poco probable que la proteína beta-amiloide sea el único factor en juego», dijo a Reuters el doctor Kristian Steen Frederiksen, director de la unidad de ensayos clínicos de la Universidad de Copenhague. Por esta razón, «es poco probable que centrarse solo en este objetivo produzca efectos a gran escala».

El lecanemab no es la primera terapia desarrollada por Eisai y Biogen. En diciembre de 2021, las dos empresas farmacéuticas habían presentado un producto similar que se comercializaba en Estados Unidos con el nombre de Aduhelm. Sin embargo, los desacuerdos científicos sobre su eficacia y la decisión del seguro médico federal de no cubrir el coste del fármaco (cuyo precio anual era de 56.000 dólares) decretaron el fracaso de Aduhelm en EE.UU., mientras que en Japón ni siquiera fue aprobado.

Naito espera que ahora las cosas sean diferentes y que las autoridades estadounidenses esta vez decidan incluir el medicamento en el seguro de salud. Para que el nuevo fármaco sea más asequible, el precio de Leqembi se ha fijado en unos 26.500 dólares al año. En Japón, en cambio, el proceso de aprobación debería comenzar en marzo y Eisai dijo que estaba dispuesta a discutir el costo con las autoridades japonesas para permitir su introducción en el sistema de salud del país.