El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió el ofrecimiento de un país para buscar asilo en su embajada en Brasilia pocas horas antes de su detención pero prefirió presentarse a cumplir su pena de 12 años y un mes por corrupción, reveló hoy Luiz Marinho, uno de sus principales dirigentes del opositor Partido de los Trabajadores.

«Nos ofrecieron una embajada, pero nosotros no aceptamos; no voy a decir de qué país», dijo Marinho, presidente del PT en el estado de San Paulo, ex sindicalista y amigo personal de Lula, que comandó parte de las negociaciones para la detención del líder opositor el 7 de abril pasado.

La declaración fue realizada al portal Forum, que reconstruyó las últimas horas de Lula ante la detención ordenada por el juez Sérgio Moro, de la Operación Lava Jato, lapso en el cual se tejieron decenas de hipótesis, desde el asilo en una embajada hasta no presentarse y resistir el ingreso de la policía para llevarse al líder del PT.

Marinho dejó en evidencia las diferencias dentro del PT y de los allegados a Lula, sobre todo porque el jefe de bloque del PT en el Senado, Lindbergh Farias, había propuesto que el ex mandatario no se entregara y aprovechara la cobertura de más de 20.000 personas que lo aclamaban en el Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo.

«El pueblo brasileño -dijo Marinho, precandidato del PT a la gobernación paulista en octubre- no tiene vocación para enfrentamientos callejeros. Por eso nuestra apuesta siempre fue en el proceso democrático y no es para ser diferente ahora».

Marinho, que conoce a Lula desde los años 70, dijo que el ex mandatario siempre decía que un inocente no debe escapar, sino buscar justicia.

Según Marinho, Lula siempre decía que no quería hacer como Saddam Hussein, exponer a su pueblo a una guerra para defenderse ni suicidarse como ocurrió en 1954 con el entonces presidente Getulio Vargas ante una intentona golpista.

El senador Farias dijo al sitio Conversa Afiada que su opinión era resistir y obligar a la policía a ingresar al sindicato para detenerlo pero «primó la opinión de la parte jurídica».