Turquía levantó este jueves el estado de emergencia instaurado hace dos años tras un fallido golpe de Estado, y durante el cual se llevaron a cabo numerosas purgas, pero la oposición teme que esa medida continúe a través de una nueva ley «antiterrorista».

El régimen de excepción, que ampliaba de forma considerable los poderes del presidente y de las fuerzas de seguridad, entró en vigor el 20 de julio de 2016, días después de una sangrienta intentona golpista que convulsionó a Turquía.

Bajo el estado de emergencia, las autoridades turcas llevaron a cabo una persecución implacable de los golpistas y sus presuntos seguidores, así como de opositores prokurdos acusados de «terrorismo», medios críticos con el gobierno y oenegés.

La medida, que se tomó inicialmente por un periodo de tres meses, se prolongó en siete ocasiones y la última de ellas expiró este jueves a la 01H00 (22H00 GMT del miércoles), después de que el gobierno decidiera no prolongarla.

El levantamiento del régimen de excepción llega menos de un mes después de las elecciones ganadas por Recep Tayyip Erdogan, que otorgaron poderes reforzados al presidente, tras una controvertida revisión constitucional adoptada el año pasado.

Entre otras cosas, el estado de emergencia permitió a Erdogan emitir durante dos años decretos leyes que modificaron profundamente la legislación turca. Y tras la reforma constitucional, el presidente turco conservará esa prerrogativa tras el final del régimen de excepción.

Desde julio de 2016, Turquía fue escenario de purgas incesantes que llevaron a la cárcel a cerca de 80.000 personas sospechosas de estar relacionadas con el intento de golpe o el «terrorismo». Más de 150.000 funcionarios fueron despedidos o suspendidos.

Entre los 34 decretos leyes pronunciados durante el estado de emergencia figuran la creación de un uniforme único para los detenidos relacionados con el intento de golpe, una medida inédita hasta la fecha, y la inmunidad judicial para los civiles que se enfrentaron a los golpistas.

«Perpetuar el estado de emergencia» 

Este jueves la Unión Europea consideró que el levantamiento del estado de emergencia era «un paso en la buena dirección», pero aún insuficiente.

«Pensamos que la adopción de nuevas propuestas legislativas que otorgan poderes extraordinarios a las autoridades y mantienen varios elementos del estado de emergencia atenuarán cualquier efecto positivo del levantamiento del estado de emergencia», afirmó la jefa de la diplomacia europea, la italiana Federica Mogherini.

«Esperamos que Turquía cese de derogar las obligaciones que le incumben en virtud de la Convención Europea de Derechos Humanos», sostuvo Mogherini en una declaración.

El anuncio del levantamiento del estado de emergencia no tranquilizó a la oposición, que acusa al gobierno de querer prolongar sus efectos a través de un proyecto de ley «antiterrorista» presentado esta semana en el Parlamento.

Según la agencia de prensa estatal Anadolu, el texto permite a las autoridades seguir despidiendo durante los tres próximos años a cualquier funcionario vinculado a una «organización terrorista».

Además, los administradores públicos nombrados durante el estado de emergencia al frente de empresas sospechosas de vínculos con una «organización terrorista» podrán permanecer en el cargo durante tres años más.

Entre las demás medidas cabe destacar la prohibición de celebrar manifestaciones o congregaciones después de la puesta de sol, excepto en casos en que los organizadores hayan obtenido una autorización especial. Las autoridades locales podrán, asimismo, restringir el acceso a determinadas zonas, y la detención preventiva podrá durar hasta 12 días, según el tipo de delito.

El gobierno afirma que esas medidas son necesarias para no debilitar la lucha contra el «terrorismo» tras el fin del régimen de excepción.

Ankara atribuye el intento de golpe al predicador Fethullah Gülen, que vive en Estados Unidos desde hace unos 20 años y desmiente cualquier responsabilidad en lo ocurrido.

El nuevo proyecto de ley será estudiado en comisión parlamentaria a partir del jueves y debatido en el hemiciclo a partir del lunes, pero la oposición ya critica duramente el texto.

La principal formación anti-Erdogan, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), acusa al gobierno de querer «perpetuar el estado de emergencia» con medidas que considera «contrarias a la Constitución».