El primer ministro, Alexis Tsipras, criticó hoy el acuerdo que alcanzó con los acreedores del país pero dijo que la alternativa a los ajustes reclamados a cambio de ayuda financiera era tener que dejar el euro, al tiempo que rechazó renunciar pese al creciente rechazo en su partido a su decisión de aceptar el ultimátum europeo.

En entrevista con la televisión pública de Grecia ERT-1 un día antes de que el Parlamento griego vote una serie de reformas neoliberales contempladas en el pacto preliminar alcanzado ayer en Bruselas, Tsipras afirmó que se enfrentó a la opción de «aceptar el acuerdo o salir del euro según un plan preconcebido».

El premier griego y líder del izquierdista partido Syriza, quien asumió en enero tras prometer poner fin a años de ajustes en Grecia, insistió en que las medidas de ajuste exigidas por los acreedores son «irracionales», pero matizó que el acuerdo dará a su país «la oportunidad de salir de la crisis», informó la cadena BBC.

A cambio de las reformas reclamadas a Grecia, que incluyen subas de impuestos, reforma jubilatoria y laboral y privatizaciones, sus socios y acreedores del euro prometieron a Atenas un nuevo rescate por 86.000 millones de euros que debería permitirle financiarse hasta 2018 y evitar su salida forzosa de la moneda común.

Más de 30 diputados de Syriza, incluyendo dos ministros del gabinete, han objetado el acuerdo o directamente adelantado que votarán en su contra cuando sea sometido al juicio del Parlamento, donde la coalición gobernante controla 162 de las 300 bancas.

Aunque probablemente logre la sanción del Legislativo gracias a que los partidos de centro derecha han prometido su voto a favor del acuerdo, el joven Tsipras, de 40 años, podría perder su mayoría parlamentaria, lo que debilitaría su habilidad de aplicar ajustes a los que él mismo se oponía hace poco más de una semana.

Sin embargo, el premier dijo que no renunciará ni convocará a elecciones anticipadas al menos hasta que no haya un acuerdo firme con los acreedores.

«No escaparé a mis responsabilidades», señaló el jefe de gobierno.

«No tengo razones para convocar elecciones, dependerá de lo que pase en mi partido, en nuestro socio de gobierno», dijo Tsipras, y añadió que su prioridad es «lograr un programa» y a partir de entonces «tendremos el tiempo para conflictos internos y con la oposición».

«Nuestra apuesta es superar la crisis en 2020», agregó el primer ministro.

“Poderes ocultos” y “falta de escrúpulos democráticos”

Por su parte, el ex ministro de Finanzas del gobierno de Tsipras, Yanis Varoufakis, denunció la existencia de “poderes oscuros”, tras estar al frente de las gestiones por la deuda griega, existentes en la denominada Troika (grupo de decisión formado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional).

En una entrevista concedida a la publicación New Statesman, Varoufakis dijo que los “supuestos defensores de la democracia en Europa” tienen “una total falta de escrúpulos democráticos”.

“Te miran a los ojos, y te dicen ‘tienes razón en lo que dices, pero de todos modos te vamos a machacar”, reveló el ex funcionario.

Consultado sobre lo que le manifestaron los acreedores, Varoufakis especificó que le dijeron: “No vamos a discutir el programa que fue aceptado por el gobierno anterior y no podemos permitir que una elección cambie nada porque tenemos elecciones todo el tiempo”.

“Así que en ese momento tuve que levantarme y decirles que tal vez los países endeudados no tendríamos que tener elecciones, y no tuve respuesta”, agregó el ex ministro.

Antes de conocerse la decisión de Tsipras tomada hoy, también indicó: “Nada me sorprende en estos días, nuestra zona Euro es un lugar muy inhóspito para la gente decente. No me sorprendería tampoco que acepte un muy mal negocio porque puedo entender que (Tsipras) siente que tiene la obligación de responder por las personas que lo apoyan y que no quiera dejar que este país se convierta en un Estado fallido”.