MIéRCOLES, 27 DE NOV

Trump llamó a una cena con presidentes latinoamericanos para analizar la crisis de Venezuela

El presidente norteamericano invitó este lunes a sus pares de Brasil, Colombia, Perú, Panamá y también Argentina en el marco de la apertura de la Asamblea de la ONU. Todos ellos son críticos del gobierno del presidente Maduro

 

El presidente de EEUU, Donald Trump, invitó a una cena a sus pares de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Panamá para analizar la situación de Venezuela el próximo lunes antes de la apertura de la Asamblea de la ONU, mientras el mandatario de Santo Domingo, Danilo Medina, anunció esta madrugada que México, Chile, Nicaragua y Bolivia acompañarán las conversaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición para un nuevo diálogo que intente poner fin a la crisis.

La invitación a cenar a Michel Temer (Brasil), Juan Manuel Santos (Colombia), Pedro Pablo Kuczynski (Perú), Juan Carlos Varela (Panamá) y Mauricio Macri (Argentina) -quien no está previsto que viaje a la asamblea de la ONU y será representado ante el organismo por la vicepresidenta Gabriela Michetti- fue develada por Hellen Aguirre Ferré, asesora de Trump, según consignó la agencia EFE.

Todos estos mandatarios son críticos del gobierno del presidente Maduro, pero aún así tienen algunas diferencias sobre la forma en que la comunidad internacional debe posicionarse frente a la crisis de Venezuela.

La más clara de esas discrepancias fue ventilada públicamente el mes pasado, cuando Trump declaró que Estados Unidos tenía «muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesario».

Esa declaración fue rechazada en masa por los países de América Latina, que abogaron por una solución diplomática y condenaron en forma enfática que se plantee la posibilidad de una intervención armada en Venezuela.

Los países latinoamericanos tampoco han apoyado las sanciones financieras que Estados Unidos adoptó contra el gobierno de Maduro, e insistieron en que el rol de la comunidad internacional es intentar propiciar el «diálogo», tal como se acordó anoche en República Dominicana.

Tras más de 10 horas de negociaciones, el gobierno venezolano y de la oposición aceptaron mantener conversaciones exploratorias con miras a una salida a la crisis, en un proceso que será «acompañado» por los gobiernos mencionados por el presidente Medina.

Medina también señaló que «probablemente» en los próximos días otros dos países se integren a esa comisión.

El presidente dominicano puntualizó que «la próxima reunión se celebrará el 27 de este mes, debido a que la semana próxima la mayoría de los cancilleres tienen compromisos ante la Asamblea General de la ONU».

Medina dijo que no podía ofrecer más detalles, pero recalcó que el 27 de septiembre se celebrará «lo que puede ser la tercera reunión exploratoria» entre el gobierno venezolano y la oposición.

Por su parte, la coalición antichavista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) rompió el hermetismo que había mantenido desde este miércoles -cuando se iniciaron las reuniones exploratorias con representantes del oficialismo venezolano en Santo Domingo- al emitir un comunicado divulgado en Caracas para fijar posición al respecto.

«Hemos planteado la necesidad de someter a un referendo popular aprobatorio cualquier acuerdo que surgiese del eventual proceso de negociación», dice el escrito de la alianza opositora, en el que reitera que ha «exigido» condiciones para reanudar un proceso formal de negociación política con la llamada revolución bolivariana.

Las condiciones expuestas por la oposición y sobre las que se está «avanzando», según el comunicado, incluyen la participación de países «que sean garantes, instituciones multilaterales y testigos en la negociación» y «el establecimiento de un cronograma de implementación de acuerdos con garantías y acompañamiento internacional».

Los opositores señalaron además los que consideran «puntos indispensables que deben formar parte de cualquier negociación y eventual acuerdo».

Entre ellos están la renovación del Poder Electoral, el establecimiento de un cronograma de comicios «con garantías de pulcritud, sin inhabilitados, fechas precisas, incluyendo la elección presidencial, y una calificada observación internacional», así como «la normalización constitucional del país».

En tanto, el representante del gobierno venezolano en las conversaciones con la oposición, Jorge Rodríguez, afirmó que esta es la oportunidad «más firme y clara» de la que ha sido protagonista en búsqueda de una solución a la crisis en Venezuela.

«Como testigos que hemos sido en la mayoría de las reuniones de diálogo en 2016, 2017 y 2014, creo que esta ha sido la oportunidad más firme y clara en la que nos hemos acercado a un acuerdo», afirmó el alcalde del municipio caraqueño de Libertador.

Rodríguez, al frente de la comitiva del gobierno venezolano en las conversaciones, expresó su «profundo» agradecimiento al presidente Medina por su acompañamiento, en representación de la Unasur, en los contactos que se extendieron por dos días.

«Hemos acordado el acompañamiento de algunos países a este diálogo en el que hemos avanzado en puntos importantes de la agenda de trabajo y ya nos convocamos para el 27 de este mes aquí en (República) Dominicana», afirmó.

En ese orden, Rodríguez explicó que no podía ofrecer más detalles hasta alcanzar la aprobación de los temas en discusión.

Por otra parte, en Washington el secretario general de la OEA, Luis Almagro, nombró a tres juristas de Argentina, Costa Rica y Canadá para que evalúen si hay fundamentos para llevar al gobierno de Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por «crímenes de lesa humanidad».

Este «panel de expertos independientes» lo integran el argentino Santiago Cantón, actual secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y ex secretario ejecutivo de la CIDH; el costarricense Manuel Ventura Robles, ex juez de la Corte-IDH, y el canadiense Irwin Cotler, presidente del Centro de Derechos Humanos Raul Wallenberg y ex ministro de Justicia.

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