El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió hoy la inocencia, transparencia y apertura de su hijo, Donald Trump Jr, después de que la prensa estadounidense lo involucrara en el Rusiagate, que el Kremlin comparó hoy con una «interminable novela televisiva» en la que «no actuamos».

Trump aseguró en un mensaje en la red Twitter que su hijo, que quedó involucrado en el Rusiagate por un encuentro que mantuvo antes de las elecciones de 2016 con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya en la Torre Trump neoyorquina, es una persona «abierta, transparente e inocente».

El 9 de junio de 2016, Trump Jr se reunió con la letrada para obtener información perjudicial sobre la rival de su padre en la carrera presidencial, la candidata demócrata Hillary Clinton.

La reunión alimentó las sospechas de que la campaña de Trump se confabuló con Rusia para dejar mal parada a Clinton y favorecer un triunfo del republicano en las elecciones de noviembre, algo que está siendo investigado por el FBI, por un fiscal especial y por varias comisiones del Congreso.

El hijo del mandatario concedió anoche una entrevista al canal de noticias Fox News en el dijo que el encuentro apenas duró 20 minutos y fue una «pérdida de tiempo», informó la agencia de noticias DPA.

«No había nada que contar. Fue una total pérdida de 20 minutos, lo cual fue una pena», dijo Donald Jr. en la entrevista al subrayar que ni se acordaba de esa reunión, de la que no informó a su padre, hasta que el periódico The New York Times la reveló el pasado fin de semana.

«Para mí, esto era investigar a la oposición», justificó el primogénito de Trump, que dijo que tenía la esperanza de que la abogada tuviese «pruebas tangibles» sobre los «escándalos» de Clinton, entonces candidata demócrata a la Casa Blanca.

No obstante, insistió en que la reunión «no llevó a ninguna parte», informó la agencia de noticias EFE.

En su mensaje a Twitter de hoy, Trump aseveró que durante la entrevista «mi hijo Donald hizo un buen trabajo anoche. Fue abierto, transparente e inocente. Esta es la mayor caza de brujas de la historia política. Triste».

A su vez, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ironizó que la «novela televisiva» del Rusiagate era «capaz de competir con las series de mayor éxito que se exhiben en Estados Unidos», y enfatizó que «no es necesario que nos metan … No participamos ni actuamos en esa serie».

Ante una consulta periodística sobre si el encuentro alimentaba las sospechas, Peskov contestó en rueda de prensa: «No hay nada que alimentar. Se trata de otra vuelta de tuerca después de la reunión de Hamburgo (entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin)».

Peskov recalcó que el Gobierno ruso no tiene ninguna relación con Veselnitskaya. «Nunca hemos estado en contacto con esta abogada. Ella no tiene nada que ver con nosotros», afirmó, según informó la agencia de noticias rusa Sputnik, citada por la agencia Europa Press.

El Kremlin no cree que la publicación de los correos electrónicos de Trump Jr. pueda perjudicar las relaciones entre los dos países, aunque el portavoz admitió que el jefe de la Casa Blanca «no lo tiene nada fácil por esa presión sin precedentes».

«En primer lugar, del presidente Trump nadie espera concesiones a Moscú», dijo, y añadió que Putin «nunca ha hablado de ningún tipo de concesiones ni ha planteado así las cosas».

En Bruselas, ante una consulta durante una conferencia de prensa conjunta con su par belga, Didier Reynders, el canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó que para él, «todo esto es un disparate» y confesó su asombro.

Lavrov se preguntó, además, «qué problema o amenaza hay si alguien habla con un abogado».

«Es sorprendente cómo personas serias hacen una montaña de un grano de arena, y a veces ni siquiera hay grano», completó el jefe de la diplomacia rusa.

La entrevista al hijo de Trump se realizó después de que a lo largo de la jornada Trump Junior publicase el intercambio de emails con el publicista Rob Goldstone, quien obró como intermediario para organizar el encuentro con la abogada.

En uno de esos correos, Goldstone advierte a Trump Jr. que iba a recibir «algunos documentos oficiales e información que podrían incriminar a Hillary (Clinton) y sus relaciones con Rusia», y que serían «muy útiles» para su padre.

«Se trata obviamente de una información de muy alto nivel y sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y su gobierno al señor Trump», agrega Goldstone en el correo.

La respuesta de Donald Jr. a ese correo, fechado el 3 de junio de 2016, es la siguiente: «Si es lo que dices me encanta».

Según el intercambio de emails, la cita se fijó para el 9 de junio de 2016 en la Torre Trump, cinco meses antes de la elección del padre de Trump Jr.

En una nueva vuelta de tuerca, el multimillonario ruso Aras Agalarov, dueño del Crocus Group y supuesta fuente del material informativo, aseguró ante la radio rusa BFM que los emails eran «invenciones», y que no conoce a Goldstone ni a Junior.

El creciente escándalo sobrevoló hoy las declaraciones ante el Senado del candidato propuesto por Trump para dirigir el FBI, Christian Wray, en reemplazo de James Comey, que fue despedido, también por el Rusiagate, en mayo pasado.

Ante los evaluadores, Wray, de 50 años, fue terminante: «Nunca permitiré que el trabajo del FBI sea conducido por algo más que los hechos, la ley y la búsqueda imparcial de la justicia. Punto».

«Mi lealtad es a la Constitución y al estado de derecho y seguiré respondiendo ante ellos, no importa la prueba», agregó en referencia a la frase de Trump, quien pidió «lealtad» a Comey en una entrevista privada en enero.

Según la investigación, los rusos piratearon los servidores del Partido Demócrata y luego dieron esa información a Wikileaks para que la publique.