Un diplomático de Estados Unidos testifico en público y por primera vez que el presidente Donald Trump fue escuchado por un asesor mientras le preguntaba otro diplomático sobre «las investigaciones» que reclamaba a Ucrania sobre su potencial rival demócrata Joe Biden. Así lo dijo en una histórica declaración en la Cámara de Representantes el embajador en Ucrania, Donald Taylor, quién afirmó además que ese otro diplomático, el embajador ante la Unión Europea, le dijo el mencionado asesor que «al presidente le importan más las investigaciones sobre Biden» que la relación con ese país.

Taylor declaró ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes en la apertura de las audiencias públicas del proceso legislativo para definir si el presidente número 45 de los Estados Unidos debe ser removido en un juicio político por presiones indebidas a un país extranjero en lo que se conoce como Ucrania-gate.

Las audiencias, transmitidas por TV y obsesivamente seguidas en las redes sociales, dan la primera oportunidad a los estadounidenses de ver y escuchar testimonios sobre el proceder de Trump y considerar por sí mismos y el jefe de estado abusó de su poder al reclamar una investigación sobre un rival político que podría ser su principal retador en las elecciones del año próximo.

El republicano, en declaraciones en la Casa Blanca, volvió a arremeter contra la oposición demócrata de calificar el proceso de «caza de brujas» mientras que tuiteo o twitteo unas 30 veces en el día textos contra la investigación.

En el congreso Taylor declaró que su equipo de asesores le contó recientemente que uno de ellos pudo oír de modo directo a Trump mientras hablaba por teléfono con el embajador ante la Unión Europea, Gordon Sondland, el día posterior a la conversación telefónica que habían mantenido con su par de Ucrania, lo que ocurrió el 25 de julio y desató el pedido de juicio político.

El asesor explicó que Sondland llamó a Trump y que éste le preguntó sobre «las investigaciones». El embajador contestó que las autoridades ucranianas estaban «listas para avanzar» con ellas, dijo Taylor.

El asesor pregunto más tarde a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania. «El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le importan más Las investigaciones sobre los Biden, por las que está presionando (el abogado personal del presidente, Rudy) Giuliani», que el vínculo con Ucrania, un país sometido a la presión militar de Rusia, declaró Taylor.

La investigación de juicio político comenzó el mes pasado, impulsada por la oposición demócrata, con audiencia a puertas cerradas. La Cámara de Representantes aprobó este mes el procedimiento de audiencias públicas.

El escándalo del fue destapado por un informante de los servicios secretos que se enteró del contenido de la conversación entre el presidente y su colega ucraniano, Vladimir Zelenski.

El informante elevó una denuncia a sus superiores en la que dijo que Trump había presionado a Zelinsky para que investigara a Biden y a su hijo Hunter, qué trabajo para una compañía de gas en Ucrania, y que la Casa Blanca estaba reteniendo ayuda militar a Ucrania en el momento de la llamada como presión.

Taylor dijo que retener la ayuda militar «fue ilógico. No se podía explicar. Fue demencial».

Tanto Taylor como el otro testigo en declarar ayer, George Kent, uno de los subsecretarios adjuntos del Departamento de Estado, desobedecieron órdenes de la Casa Blanca de no testificar. Kent refutó una de las acusaciones centrales del oficialismo republicano contra Biden al decir que nunca escuchó ningún funcionario intentando impedir investigaciones en Ucrania sobre Burisma, la compañía para la que trabajó Hunter Biden hasta este año. Kent dijo que en 2015 él mismo manifestó temores a un «conflicto de intereses» por el hecho de que el hijo del entonces vicepresidente trabajará en la junta directiva de una compañía de gas de Ucrania.

«Sin embargo, no presencié ningún esfuerzo de ningún funcionario para blindar a Burisma de una investigación», dijo.

Una vez que se complete la investigación, la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, votará si presenta cargos contra Trump, par lo cual se necesita la mayoría simple. Si la Cámara aprueba el impeachment el tema pasará al Senado, donde se realizará el juicio político, quizás a principios del 2020. Allí se requiere mayoría de dos tercios para destituir a Trump, y los republicanos tienen mayoría.