Este instrumento del proyecto, que aprobó el Congreso hace unas semanas, establecía que era el sindicato el único titular para encabezar la negociación colectiva con el empleador, eliminando los grupos negociadores.

El fallo, que por su carácter es inapelable, pone en jaque al Ejecutivo quién deberá promulgar la reforma laboral sin la normativa relativa a la titularidad de los sindicatos.

Sin embargo, el punto que pedía anular la obligatoriedad de negociación interempresas y la información de remuneraciones también pedido por Chile Vamos fue rechazado por el TC.

Tras conocerse el fallo, el Gobierno no descartó en recurrir a un veto presidencial, aunque lo resolverá una vez que se conozca los detalles de la decisión que serán dados a conocer el próximo 9 de mayo.

«Vamos a evaluar los caminos a seguir dentro del ordenamiento jurídico, uno de ellos es el veto (presidencial), pero va a depender del contenido del fallo», dijo la ministra del Trabajo, Ximena Rincón.

También el ministro vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, criticó la actual Constitución y el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, cuestionó la medida: «El estándar es que el sindicato es el que representa a los trabajadores y es muy lamentable que la oposición haya recurrido al tribunal en esto y que se haya fallado como se falló», dijo Valdés refiriendo a Chile Vamos.

Desde el espacio político, el senador y presidente de la pinochetista Unión Demócrata Independiente, Hernán Larraín, aseguró que este dictamen «es un gran triunfo de los trabajadores chilenos, de los trabajadores no afiliados, que gracias a este fallo no se van a ver obligados a afiliarse (al sindicato)».

Por su parte, el senador de Renovación Nacional y ex candidato presidencial Andrés Allamand destacó que este «va a ser un fallo extraordinariamente importante, porque el Tribuna Constitucional va a definir ni más ni menos qué debe entenderse por libertad sindical».

Por último, la presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, apuntó sus críticas al TC advirtiendo que la marcha del 1 de mayo se realizará con más fuerza.

«Tenemos que salir a manifestarnos fuertemente por una nueva Constitución para Chile, por la necesidad de terminar con enclaves que se han transformado en un muro de contención para las aspiraciones de mayor igualdad y justicia social en nuestro país, como el Tribunal Constitucional», finalizó la dirigente.

El pasado 6 de abril, el Senado aprobó la reforma Laboral, uno de los pilares del programa de Gobierno de Michelle Bachelet, pero la promulgación del texto legal quedó suspendida por entre 30 y 45 días, mientras el TC analizaba el requerimiento pedido por la oposición referido a cuatro temas.