El director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (Anpdh), Álvaro Leiva, dijo que al menos 10 personas murieron, 62 resultaron heridas y 10 desaparecieron en enfrentamientos en Masaya, una ciudad de 100.000 habitantes ubicada 25 kilómetros al oeste de la capital, desde el sábado pasado hasta esta madrugada.

El principal organismo de derechos humanos de América elevó a 127 la cifra de muertos en Nicaragua en más de dos meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega, luego de un fin de semana de graves y letales disturbios entre opositores y policías en una ciudad cercana a Managua.

El viernes pasado se registraron incidentes entre manifestantes armados con gomeras y bombas molotov, por un lado, y policías y lo que opositores describen como grupos paramilitares leales a Ortega, por otro.

La crisis es la más sangrienta en Nicaragua desde los años 80 y la mayor que enfrenta Ortega, que ha dominado la política del país centroamericano durante las últimas cuatro décadas, desde su retorno al poder, hace 11 años.

Uno de los fallecidos fue un profesor de secundaria de 23 años que murió de un disparo en el torso, una herida que indica que «fue ejecutado, sin duda, por francotiradores», prosiguió Leiva. Entre los muertos identificados se encuentran también un joven de 15 años, un policía de 22 y un hombre de 27 años, agregó.

A pesar de que los ciudadanos mantienen barricadas en las entradas de la ciudad, policías antimotines y grupos armados lograron entrar en vehículos todoterreno y reprimir a los pobladores, contó Gutiérrez, citado por diarios locales. Además, muchos pobladores le contaron casos de ejecuciones extrajudiciales por parte de la policía, agregó.

Las marchas y protestas han sido duramente reprimidas por la policía y por lo que manifestantes describen como grupos violentos afines al gobierno o al oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), derivando en decenas de muertos.

«Según nuestros datos, las protestas han causado 127 muertos y cerca de un millar de heridos», dijo hoy el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, en una conferencia en la sede en Washington del centro de análisis Diálogo Interamericano.

La crisis llegó a la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que empezó en Washington y que votará un proyecto de declaración de «apoyo al pueblo nicaragüense» y a su derecho a protestar.

Ortega, cuyo tercer mandato consecutivo termina en 2022, acusa de las crisis a grupos opositores de derecha que, según dice, conspiran para «aterrorizar» al país. En Managua rige un virtual toque de queda nocturno, con motociclistas que atacan a aquellos que se atreven a salir, según la Anpdh.