Luego del respaldo de la Cámara de Diputados, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, buscaba hoy el «voto de confianza» del Senado para ratificar su Gobierno tras la crisis política originada por la salida del Ejecutivo del grupo Italia Viva, del expremier Matteo Renzi.

«Esta es una crisis que abrió una herida profunda en el Gobierno. Este país se merece un Ejecutivo que trabaje por el bien de los ciudadanos», planteó Conte al iniciar su presentación en el Senado.

«Pido un apoyo limpio y transparente, fundado sobre la adhesión convencida a un proyecto político. Ayúdennos a superar lo más rápido posible la herida que esta crisis produjo en el pacto de confianza con los ciudadanos», sostuvo el premier al pedir la «confianza» al Senado, que tras una jornada de debate, votará en torno a las 20.30 locales (16.30 de Argentina).

Luego de obtener ayer la mayoría absoluta de Diputados a la continuidad de su Gobierno, Conte aparece con buenas chances de conseguir hoy la mayoría simple en el Senado para continuar al frente del Ejecutivo que encabeza desde septiembre de 2019 en base a una alianza del Partido Democrático (PD), el Movimiento Cinco Estrellas y Libres e Iguales (LeI).

En un discurso en el que mezcló un repaso de la gestión de la pandemia con los objetivos a mediano plazo para convencer a los 321 senadores, Conte afirmó además su intención de continuar al frente del Gobierno «hasta el fin de la Legislatura», es decir marzo de 2023.

Tras la salida la semana pasada de los 18 senadores que responden a Renzi, Conte se enfocó en buscar el apoyo de los denominados «responsables» o «constructores», de partidos regionales y de centro, que pudieran garantizarle la mayoría de los votos en ambas Cámaras.

Así, Conte se recostó, entre otros, en el nacido en Argentina Ricardo Merlo, que encabeza el grupo parlamentario MAIE-23, y quien en las últimas horas se convirtió en el principal buscador de votos para el premier, al que calificó como el «referente» de su espacio.

Si los senadores de Italia Viva repiten hoy la abstención que tuvieron ayer los diputados de la fuerza, a Conte le bastará mantener cohesionada a la coalición de Gobierno para lograr la ratificación parlamentaria. Los representantes de la fuerza de Renzi presentes son en realidad 17, por la ausencia, justificada por coronavirus, de Mauro Marino.

En ese marco, con el apoyo descontado de las tres fuerzas que componen la coalición, que llegan a los 133 senadores, de los ocho votos asegurados de los partidos de las Autonomías y de los cuatro legisladores del MAIE-23, la gran incógnita es ver si Conte logrará llegar a los 161 apoyos que le den la mayoría absoluta y, así, mayor volumen político a su Gobierno.

Consciente de la dificultad de alcanzar los 161 votos, Conte planteó hoy que aunque «los números son importantes», más trascendente «es la calidad del proyecto político».

La articulación de los denominados «responsables» alrededor de la fuerza de Merlo se da luego del pedido de Mattarella al premier para que los eventuales apoyos que reciba para lograr el «voto de confianza» no sean «francotiradores» unipersonales, sino que se estructuren alrededor de un partido que se haya presentado en las últimas elecciones, de marzo de 2018, como forma de darle estabilidad a la posible ratificación del Gobierno.

En caso de que Conte no logre el voto de confianza de las dos Cámaras, el premier debería renunciar ante Mattarella, para que el presidente elija si darle un nuevo encargo para formar Gobierno con nuevos aliados de manera formal; si convocar a otra figura para que intente formar un Ejecutivo con esta composición de las Cámaras o disolver la Legislatura para llamar a elecciones que rediseñen el mapa del poder parlamentario.