Dirigentes opositores bolivianos reclamaron que el actual mandatario y candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, no participe en los nuevos comicios anunciados hoy por considerarlo como «responsable del fraude».

El senador y ex candidato presidencial de la Alianza Bolivia Dice No, Oscar Ortiz, exigió hoy que Morales se abstenga de participar en las nuevas elecciones por ser «responsable de fraude». Sin embargo, el principal candidato opositor a la presidencia en los comicios que se celebraron el 20 de octubre, Carlos Mesa, aún no se pronunció al respecto.

Evo Morales anunció hoy nuevas elecciones a raíz de las irregularidades denunciadas por la oposición y la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando durante los comicios de octubre se suspendió temporalmente el conteo provisorio de votos.

Ortiz señaló que «los que hicieron el fraude» no deberían participar en los nuevos comicios, informó la agencia de noticias EFE.

El informe preliminar de la misión de la OEA denunció hoy irregularidades en el proceso electoral y señaló como «improbable» que Morales obtuviera más del 10 por ciento de votos de ventaja necesario para evitar una segunda vuelta contra Mesa.

En consecuencia, para Ortiz, que logró poco más del 4% de los votos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) «no es el único responsable del fraude: quienes le mandaron a hacerlo tienen que asumir sus responsabilidades y consecuencias».

En tanto, el líder del partido opositor Unidad Nacional (UN), el millonario Samuel Doria Medina, destacó que él mismo defendía ayer anular elecciones y convocar un nuevo proceso electoral con un TSE renovado, indicó la agencia española.

Medina también pidió la renuncia de Evo Morales y de su vicepresidente, Álvaro García Linera para «pacificar el país y reconstruir» la democracia, según escribió en su cuenta de la red social Twitter.

«La OEA ha demostrado que ha habido un fraude grosero, me parece importante que Evo Morales haya llamado a nuevas elecciones con nuevo tribunal, ¿pero tendrá la legitimidad para seguir gobernando?», plantó Waldo Albarración, portavoz del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade).

Los conflictos en Bolivia estallaron el 20 de octubre cuando se celebraron los comicios y la seguida suspensión del conteo provisorio que se reanudó 24 horas después y dio a Morales como ganador en primera vuelta.

La oposición, con Mesa a la cabeza, denunció de forma inmediata fraude y llamó a la población a movilizarse, mientras que Morales invitó a la OEA a auditar los votos.

Sin embargo, la tensión escaló y la oposición exigió la anulación de las elecciones y un llamado a nuevos comicios sin la presencia de Morales.

La Defensoría del Pueblo de Bolivia contabilizó hasta el momento tres muertos, 350 heridos y cerca de 220 detenidos en 17 días de protestas en el país tras las elecciones.

El Grupo de Puebla llamó a «preservar la paz y el respeto por el orden constitucional» en Bolivia

El Grupo de Puebla, que reúne hoy en Buenos Aires a dirigentes políticos de América latina, emitió una declaración en la que llamó a «preservar la paz y el respeto al orden constitucional» en Bolivia, donde el presidente de ese país, Evo Morales, convocó a nuevas elecciones en respuesta a semanas de conflictos y protestas.

La mayoría de los dirigentes del Grupo que participan del encuentro firmaron la declaración en la que llamaron «a respetar el orden constitucional y a la democracia boliviana en todas sus expresiones».

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También manifestaron su «solidaridad» con el presidente Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, «y con su pueblo democrático y pacífico», a la vez que convocaron «a los diversos organismos internacionales a respaldar la paz y la democracia en Bolivia».

«(El Grupo de Puebla) llama a todos los actores políticos a ejercer su responsabilidad para preservar la paz y el respeto al orden constitucional, para así garantizar la continuidad democrática frente a intentos de desestabilización y llamados a la violencia que afectan a la vida institucional y a la convivencia», sostuvieron los dirigentes que firmaron la declaración.

«La paz es un valor que se debe preservar sobre cualquier interés político coyuntural», cerraron.

El documento lleva la firma de 16 dirigentes reunidos en Buenos Aires, entre ellos Celso Amorim (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Marco Enríquez-Ominami (Chile), Camilo Lagos (Chile), Fernando Lugo (Paraguay), Carlos Tomada (Argentina), Clara López Obregón (Colombia), Guillaume Long (Ecuador) y Alejandro Navarro (Chile), entre otros.

El II encuentro del «Grupo de Puebla», que comenzó el jueves en Buenos Aires y se extenderá hasta hoy bajo el lema «El cambio es el progresismo», contó con la participación de los ex presidentes Dilma Rousseff (Brasil), José «Pepe» Mujica (Uruguay), Ernesto Samper (Colombia) y José Luis Rodríguez Zapatero (España), además de Daniel Martínez (candidato del Frente Amplio que competirá en el balotaje en Uruguay), entre otras figuras internacionales.

También participó el viernes el presidente electo de la Argentina, Alberto Fernández, que fue anfitrión en un encuentro en el que celebró la liberación del ex presidente de Brasil, Luiz Inacio «Lula» Da Silva, y convocó a la unidad latinoamericana.

La primera reunión de este nuevo foro internacional tuvo lugar del 12 a 14 de julio de este año en la ciudad mexicana que le da su nombre, Puebla, donde 30 líderes de 12 países coincidieron en unir fuerzas y propuestas para consolidar un nuevo eje para «producir consensos regionales y articular políticamente al progresismo».